Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

viernes, 4 de marzo de 2011

Hay una preocupación en mi que quiero compartir después de observar la conducta de Chávez con lo del Medio Oriente ¿Quién es Chávez? Parte I

¿ESTÁ HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS TAN ENFERMO DEL ALMA COMO
LO VEMOS CUANDO HASTA NI EL HIJO DE GHADAFFI LO QUIERE
COMO MEDIADOR EN LA CRISIS DE LIBIA, SIENDO CHÁVEZ UN
PRESIDENTE DE UN PAÍS COMO MUCHOS LO SON?
¿POR QUÉ? ¿QUé VEN EN ÉL?

¿Qué es un Psicópata?
Laura Knight-Jadczyk* / Quantum Future Group (USA) - 02/06/09

Los términos “sociópata” o “psicópata” nos traen a menudo a la mente imágenes de individuos sádicamente violentos, tales como Ted Bundy o el personaje ficticio del Dr. Hannibal "El Caníbal" Lecter en el libro y la película "El Silencio de los Corderos" (The Silence of the Lambs). Pero creo que los rasgos característicos que definen a los sociópatas cubren en verdad un espectro mucho más amplio de individuos de lo que la mayoría de nosotros podría siquiera llegar a imaginar.




El sociópata es ese individuo verdaderamente absorbido en sí mismo sin conciencia ni sentimiento alguno hacia los demás y para quién las reglas sociales no tienen ningún significado. Yo creo que la gran mayoría de nosotros conoce o
ha estado en contacto con individuos sociopáticos sin siquiera saberlo. [Wendy Koenigsmann]


¿Qué es un Psicópata?

No se puede entender a los psicópatas en términos de retroceso o de desarrollo antisocial. Son simplemente individuos depravados moralmente que representan a los "monstruos" en nuestra sociedad. Son depredadores infrenables e imposibles de tratar en quienes la violencia es planeada, decidida y carente de emociones. Esta violencia continúa hasta que alcanza un tope alrededor de los 50 años, y luego disminuye.

Su falta de emociones refleja un estado de desprendimiento, de audacia y posiblemente disociado, revelando un sistema nervioso autonómico bajo y una carencia de ansiedad. Es difícil decir qué es lo que los motiva -posiblemente el control y la dominación- dado que la historia de sus vidas no demostrará generalmente ningún lazo de muchos años con otros ni mucha rima en su razón (excepto el planeamiento de la violencia).

Tienden a operar con una
grandiosa conducta, una actitud pretenciosa, un apetito insaciable, y una tendencia hacia el sadismo. Su falta de temor es probablemente la característica prototípica (de base) (la hipótesis del poco miedo). Es útil pensar en ellos como si fueran vehículos de alta velocidad con frenos defectuosos. Ciertos desórdenes orgánicos (del cerebro) y desequilibrios hormonales imitan el estado de ánimo de un psicópata.

Hay cuatro (4) subtipos diferentes de psicópatas. La distinción más antigua entre los tipos primario y secundario fue realizada por Cleckley en 1941.


Psicópatas Primarios

Los PSICÓPATAS PRIMARIOS no responden al castigo, a la aprehensión, a la tensión ni a la desaprobación. Parecen ser capaces de inhibir sus impulsos antisociales casi todo el tiempo, no debido a la conciencia, sino porque eso satisface su propósito en ese momento. Las palabras no parecieran tener el mismo significado para ellos que el que tienen para nosotros. En realidad, no se sabe si llegan a comprender el significado de sus propias palabras, una condición que Cleckley llamó "afasia semántica." No siguen ningún proyecto de vida, y parece como si fueran incapaces de experimentar cualquier tipo de emoción genuina.


Psicópatas Secundarios

Los PSICÓPATAS SECUNDARIOS son arriesgados, pero son individuos también más proclives a reaccionar frente a situaciones de estrés, guerreros, y propensos a la culpabilidad. Se exponen a más estrés que la persona promedio, pero son tan vulnerables al estrés como la persona promedio. (Esto sugiere que no son "completamente psicopáticos." Puede ser debido a variaciones genéticas distintivas).

Son gente audaz, aventurera y poco convencional que comenzó a establecer sus propias reglas de juego a temprana edad. Son conducidos fuertemente por un deseo de escapar o de evitar dolor, pero también son incapaces de resistir a la tentación. A medida que su ansiedad aumenta hacia un cierto objeto prohibido, su atracción hacia ella también se incrementa. Viven sus vidas dejándose llevar por el aliciente de la tentación. Tanto los psicópatas primarios como los secundarios están subdivididos en:


Psicópatas Descontrolados

Los PSICÓPATAS DESCONTROLADOS: son la clase de psicópatas que parecen enfadarse o enloquecerse más fácilmente y más a menudo que otros subtipos. Su frenesí se asemejará a un ataque de epilepsia. Por lo general son también hombres con impulsos sexuales increíblemente fuertes, capaces de hazañas asombrosas con su energía sexual, y aparentemente obsesionados por impulsos sexuales durante la gran parte de su vida que pasan despiertos. También parecerían estar caracterizados por ansias muy fuertes, como en la drogadicción, la cleptomanía, la pedofilia, cualquier tipo de indulgencia ilícita o ilegal. Les gusta la endorfina "alta" o "acelerada" del entusiasmo y de la toma de riesgos. El violador y asesino en serie conocido como el Estrangulador de Boston era un psicópata de este tipo.


Psicópatas Carismáticos

Los PSICÓPATAS CARISMÁTICOS: son mentirosos encantadores y atractivos. Por lo general están dotados de uno u otro talento, y lo utilizan a su favor para manipular a otros. Son generalmente compradores, y poseen una capacidad casi demoníaca de persuadir a otros para que abandonen todo lo que poseen, incluso hasta sus vidas. Los líderes de sectas o de cultos religiosos, por ejemplo, podrían ser psicópatas si conducen a sus seguidores a causar su propia muerte. Este subtipo llega a menudo a creerse sus propias ficciones. Son irresistibles.

Los sociópatas han existido siempre en formas diversas y en distinto grado. Se los ha conocido bajo diferentes nombres. Se los ha estudiado utilizando varias técnicas, y a través de los años se han encontrado varias causas a su enfermedad. Pero una cosa nunca varía: todos los sociópatas poseen tres características en común: son individuos muy egocéntricos, sin empatía hacia los demás, e incapaces de sentir remordimiento o culpa. [El Sociópata – (The Sociopath) Rebecca Horton (Abril 1999)]

A pesar de que el psicópata tiene gustos y preferencias, y afición por los placeres que la compañía humana puede traer, el análisis demuestra que es totalmente egocéntrico, y que
valora a los otros solamente porque aumentan su propio placer o mejoran su estatus. Mientras que él no brinda ningún amor verdadero, es absolutamente capaz de inspirar amor a veces hasta fanático en los demás.

Es por lo general superficialmente encantador y da muy seguido una impresión llamativa de poseer las cualidades humanas más nobles. Se hace de amigos fácilmente, y es muy manipulador, con su habilidad de palabras para salirse con la suya de cualquier apuro. A muchos psicópatas
les encanta ser admirados y se regodean cuando los demás los adulan.

La carencia de amor trae también aparejada la carencia de empatía. El psicópata es incapaz de sentir lástima por otros en situaciones desafortunadas o de ponerse en el lugar de otra persona, sin importar que haya lastimado o no a esta última.
[Gordon Banks]


Cómo ven los Psicópatas al Mundo

No sólo codician las posesiones y el poder, sino que también sienten un placer especial al usurpar o quitarle a los otros (a un hermano simbólico, por ejemplo); lo que puedan plagiar, estafar, y obtener mediante extorsión son frutos mucho más dulces de los que pueden ganar realizando de un trabajo honesto.

Y una vez que han agotado todo lo que pueden de una fuente, se vuelcan hacia otra para explotarla, chuparle la sangre, y después echarla a un lado; su placer al causar la desgracia de otros es insaciable. Utilizan a la gente como medio para alcanzar un fin; esta última debe ser subordinada y degradada de modo tal que los antisociales puedan justificarse...

Las causas de este desorden sociopático han sido reducidas a varios factores a través de la investigación. Se cree que una de las principales causas del comportamiento sociopático son anormalidades neurológicas, principalmente en el lóbulo frontal del cerebro. Esta área también se relaciona con el condicionamiento del miedo. La actividad anormal anatómica o química dentro de esta área del cerebro puede ser causada por un crecimiento anormal (posiblemente genético), una enfermedad cerebral, o alguna lesión. Esta teoría ha sido sostenida por mucha investigación usando la tomografía por emisión de positrones (TEP) que muestra de manera visual la actividad metabólica de las neuronas dentro del cerebro (Sabbatini, 1998).

Se sabe desde hace ya bastante tiempo que las amígdalas, dos regiones pequeñas ubicadas cerca de la base del cerebro, afectan a la agresión, la sexualidad y la imprudencia. Recientemente, también han demostrado afectar a la manera en que la gente interpreta las emociones de otras personas. Un daño sutil en las amígdalas puede explicar muchas de las características de los psicópatas -incluyendo la dificultad de comunicar emocionalmente con ellos. Puede ser que simplemente no puedan "ver" emociones en los otros.
[¿Está Usted Casado con un psicópata? – Are You Married to a Psychopath?]

El psicópata es un manipulador, que sabe exactamente lo que nos mueve y cómo manipular e influenciar nuestros sentimientos. Poseen el talento de ver dónde hay mujeres “amables, cariñosas”.

La mímica es a menudo utilizada para convencer a los otros de que el psicópata es un ser humano normal. Él hace esto para crear una falsa empatía con su víctima. El psicópata intentará hacerle creer a Usted que tiene emociones normales, contando alguna historia triste o profesando experiencias profundas, conmovedoras; la verdad es que la mayoría de los psicópatas pasan por la vida como en una incubadora, emocionados por poca gente y sin sentir ninguna verdadera compasión hacia los demás; pero mentirán para convencerlo de que poseen emociones normales.

El factor de la compasión es una razón por la cual las víctimas se enamoran a menudo de esta "pobre” gente.

La mentira para el psicópata es como la respiración. Cuando se los pilla en alguna mentira y que son desafiados,
inventan nuevas mentiras, y no les importa ser descubiertos. Como Hare plantea:


"La mentira, el engaño, y la manipulación son talentos naturales en los psicópatas... cuando son pillados en alguna mentira o desafiados con la verdad, rara vez quedan perplejos o desconcertados -cambian simplemente sus historias o procuran remoldar los hechos de modo que parezcan constantes con respecto a la mentira. El resultado es una serie de declaraciones contradictorias y un oyente profundamente confundido." [Hare].

A menudo, su comportamiento sirve para confundir y para reprimir a sus víctimas, o para influenciar a cualquier persona que llegue a escuchar la versión del psicópata sobre la historia. La manipulación es la clave de sus conquistas, y la mentira es una forma de alcanzar esto. Un ejemplo casi divertido de cómo mienten los psicópatas puede ser el de un hombre cuyas huellas fueron descubiertas en la escena del crimen. "No, ése no es mi pie" dijo, aunque todos sabían que estaba mintiendo.

Así es cómo los psicópatas operan. Negarán la realidad hasta que sus víctimas sufran de una crisis nerviosa. A menudo, el psicópata se volteará hacia la víctima y afirmará que ésta “está soñando” y que posee un desequilibrio mental.

El psicópata se distrae e impresiona principalmente por su propia representación ostentosa de sí mismo, lo que lo conduce muy seguido a decir involuntariamente a la gente cosas que lo llevan a su detección. A menudo se olvidan de las mentiras que dijeron y
cuentan historias contradictorias, lo que hace que el que lo escucha se pregunte si el psicópata está loco, aunque en este caso no lo está realmente –sólo ha olvidado las mentiras que ha dicho.

Lo más asombroso, sin embargo, es su memoria selectiva. Puede que un psicópata no recuerde las promesas que le hizo ayer a usted, pero recordará algo del pasado si satisface de alguna manera sus propósitos. Frecuentemente hacen esto siempre que se los confronta o se los pilla en una mentira.

La mayoría de los psicópatas son muy arrogantes y engreídos. Sin embargo, cuando tratan de encantar a una víctima potencial, dicen las cosas "correctas" en el momento debido y le hacen creer que son almas buenas y generosas; no siempre, pero a menudo. La verdad es que los psicópatas no son altruistas y realmente no les importan las amistades ni los lazos.

Guggenbuhl-Craig declara que “son muy talentosos para aparentar ser mucho más humildes que la persona promedio, pero que difícilmente lo son.” Algunos también pueden fingir preocupación por los estratos sociales bajos y
manifiestan que están del lado de los más débiles, los pobres, y así sucesivamente. Un psicópata puede afirmar, por ejemplo, (si es de una clase socioeconómica baja), que las personas ricas le desagradan profundamente, pero a la vez, por dentro anhela y envidia lo que tienen. Es como el narcisista, deseando reflejar una imagen falsa de sí mismo a través de sus pertenencias. Entre sus pertenencias están incluidos los seres humanos: novias, esposas e hijos.

Algunos psicópatas pueden ser muy cariñosos con los animales (contrariamente a la opinión general), pero los siguen viendo como objetos en relación con ellos mismos.

Por lo general, la mayoría de los psicópatas se jactarán infinitamente de sus hazañas y de las cosas “malas” que han hecho (a esto se le llama a menudo una señal de alerta, que prevendrá a las almas cuidadosas), pero mucho más frecuentemente que lo contrario, la mujer que está fascinada con él no escuchará a la razón, así y todo otros que lo conozcan la adviertan sobre su comportamiento pasado.

¿Por qué? Una vez más, porque el psicópata la hace sentir tan “especial”. Por favor, señoras, si están comprometidas con un hombre así, deben aceptar el hecho de que esa NO es su VERDADERA personalidad. Sólo está jugando un PAPEL para ustedes.

El Dr. Black afirma que una de las señales más obvias de psicopatía es la manera en que el psicópata se jacta de sus experiencias, sin importar “cuán desagradables sean… su comodidad aparente con respecto a su comportamiento pervertido, la tranquilidad con la cual habla de romper cada regla, concuerda con la ASP (psicopatía).”
[Black, 68]

El psicópata esta lleno de codicia por dentro, relacionándose con el mundo a través del poder, aunque, como dije, por fuera puede afirmar estar del lado de los desafortunados o de los oprimidos. Yo conocí a uno a quien le gustaba repetir frases como “tienen que dejar de oprimir a mis hermanos” pero eso no significaba nada para él. De hecho era racista. El psicópata se identifica también a menudo a sí mismo como revolucionario.



Por otro lado, el psicópata también presenta muy seguido una imagen de sí mismo como el antihéroe deprimido (del tipo de “su propio peor enemigo”) y a algunos les gusta verse a sí mismos como lobos solitarios. El psicópata puede incluso afirmar que es sensible y profundo, pero por dentro no es nada más que vacío y codicia.

Si el psicópata es conciente o no de su conducta, es algo que se debate a menudo. Yo creo que los psicópatas normalmente saben exactamente lo que están haciendo, aunque otros sugieren que los psicópatas “nacen, no se hacen.”

Yo creo que la psicopatía es principalmente genética. Un hijo con un padre psicópata frecuentemente será psicópata también, especialmente si el padre era abusivo y/o abandonó a la familia también.

Como ya se mencionó, los psicópatas a menudo afirman decidirse por la segunda mejor opción (la de ser su propio peor enemigo) y entonces piensan que merecen algo mejor. Esto puede ser manifestado en la manera en que buscan el poder –a través del dinero (es decir, bienes materiales), manipulación y/o tratando a las personas como objetos. Teniendo un comportamiento tal, el psicópata está también tratando de
“vengarse” de la sociedad y del mundo, para poder obtener una retribución. Pasarán toda su vida haciendo esto, ya sean ricos o pobres, o cualquiera que sea su situación social, aunque estudios han mostrado que a menudo vienen de un nivel socioeconómico y/o estatus social empobrecido o bajo. (En uno de los estudios del Dr. Donald Black, muchos de los hombres eran “en su gran mayoría blancos, de clase trabajadora y media baja, y casados, y la mayoría no se habían graduado del la escuela secundaria”. [Black, 14]).

Permítanme añadir que a pesar de los estudios del Dr. Black, los psicópatas pueden existir en cualquier clase social. No se dejen engañar. También me gustaría señalar que estaré usando “él” para el término de psicópata en todo este sitio Internet; pero que no se olvide, sí, que las psicópatas también existen; sin embargo, de acuerdo con la Sexta Edición de Abnormal Behaviour (Comportamiento Anormal), impresa en el 2000 por tres profesores hombres, David, Derald, y Stanley Sue, los índices si varían por género. En su excelente texto hay incluido un reporte realizado por la Asociación de Psiquiatría Americana que dice que la estimación general es del 3% en los hombres, y de menos del 1% en las mujeres
[Personality Disorders and Impulse Control Disorders, Trastornos de la Personalidad y Trastornos de Control de Impulsos, 238].

Lo que es muy inquietante acerca de los psicópatas, además de que se sienten con derecho y poder sobre todo, es la completa carencia de empatía hacia las personas normales, ya que los “(psicópatas) antisociales parecen carecer de conciencia moral, sintiendo poca o nada de empatía por las personas cuyas vidas afectan… el antisocial resiste sin esfuerzo a toda regulación, incapaz de ver mas allá de su interés personal o de adoptar estándares de lo correcto contra lo erróneo”. [Black, XIII]

No todos los psicópatas son inadaptados sociales sin educación y pobres. Algunos de ellos son bastante atractivos y tienen buenas profesiones, y usan esto aún más para su beneficio. Echen un vistazo a Ted Bundy; una vez, la madre de un amigo fue a una cita doble con él y afirmó que era una persona extremadamente agradable. Su madre dijo que era “el mejor hijo que una madre podría llegar a tener”. Aparentemente Bundy era bastante apuesto, lo que lo hacia aún mas peligroso. Así que no todos los psicópatas están arruinados, o son de clase baja o expulsados de la escuela, hay varios que también trabajan en ocupaciones profesionales; el hecho es que hay más psicópatas que provienen de sectores humildes que los que no.


[Nota del GFC: La afirmación de Black, de que más « psicópatas » parecen provenir de contextos pobres parece estar siendo revisada. De hecho, Black no parece comprender verdaderamente en su totalidad la diferencia entre Psicopatía y Desorden de la Personalidad Antisocial. Como Robert Hare lo señala, sí, hay muchos psicópatas que también son “antisociales” pero parece haber muchísimos más entre ellos que nunca serían clasificados como antisociales o “sociopáticos.”

En un artículo reciente, “Construct Validity of Psychopathy in a Community Sample. A Nomological Net Approach (Validez Conceptualizada de la Psicopatía en una Muestra de la Comunidad. Un Enfoque Neto Teórico)”, Salekin, Trobst, Krioukova, Journal of Personality Disorders (Revista sobre los Trastornos de la Personalidad), 15(5)m 425-441, 2001), el autor afirma que:


“La psicopatía, tal como fue concebida originariamente por Cleckley (1941), no se limita al hecho de involucrase en actividades ilegales, sino que también abarca características de la personalidad tales como
la manipulación, la falta de sinceridad, el egocentrismo, y la falta de sentimiento de culpa –características que se encuentran claramente presentes en criminales, pero también en cónyuges, padres, jefes, abogados, políticos y directores ejecutivos, por nombrar solamente a algunos. (Bursten, 1973; Stewart, 1991). Nuestro propio examen de la prevalencia de la psicopatía dentro de una población universitaria sugirió que quizás el 5% o más de esta muestra podría ser estimado como psicopático, si bien la gran mayoría de ellos son hombres (más de 1/10 versus aproximadamente 1/100 mujeres).

“Como tal, la psicopatía podría estar caracterizada… como consistiendo en una tendencia hacia ambos el dominio y la frialdad. Wiggins (1995), resumiendo varios hallazgos previos… indica que tales individuos son propensos a enfadarse y a molestarse, y que están dispuestos a explotar a otros. Son arrogantes, manipuladores, cínicos, exhibicionistas, Maquiavélicos, vengativos, buscando causar sensación y siempre un beneficio personal. Con respecto a sus pautas de intercambio social (Foa & Foa, 1974), se atribuyen el amor y el estatus a sí mismos, viéndose como altamente respetables e importantes, pero no prescriben ni amor ni estatus a los demás, ya que los ven como indignos e insignificantes. Esta caracterización concuerda claramente con la esencia de la psicopatía tal como es descrita comúnmente.

“La investigación actual buscaba responder a algunas preguntas básicas sobre la características psicológicas de la psicopatía en contextos no forenses… Haciendo esto hemos vuelto al énfasis original de Cleckey (1941) sobre la psicopatía como un estilo de la personalidad no sólo presente entre los criminales, sino también en personas exitosas en la sociedad.

“Lo que queda claro de nuestros hallazgos es que: (a) las medidas de la psicopatía han convergido en un prototipo de la psicopatía que implica una combinación de características interpersonales dominantes y frías, (b) la psicopatía sí existe en la comunidad y en una tasa quizás más elevada que lo esperado; y (c) la psicopatía parece coincidir poco con los trastornos de la personalidad excepto por los Trastornos de la Personalidad Antisocial...

“Está claro que en donde mucho más trabajo se necesita hacer, es en entender qué factores diferencian al psicópata constante (aunque quizás no constante moralmente) del
psicópata que infringe la ley; dicha investigación necesita sin ninguna duda que se utilicen muchos más casos no forenses de lo que ha sido habitual en el pasado.”


En resumen, si desea aprender algo sobre la psicopatía, no lea a Black. El único tipo de psicópatas que estudió fueron los fracasos, los que terminaron en la cárcel o en hospitales psiquiátricos. Tenga esto presente a medida que continúe leyendo los extractos de esta página.]

Además, no todos los psicópatas son tranquilos y serenos. Algunos de ellos parecen extraños o inadaptados, y su comportamiento puede ser excéntrico o inusual. Creo que esto es lo que confunde más seguido a las víctimas. Los psicópatas casi siempre
parecen intensos y “electrizantes”. No se deje engañar si alguien aparenta ser inofensivo, “estúpido”, o parece poco convencional. Una cara “angelical” también puede engañar a la gente. Sólo imagine como ejemplo a John Wayne Gacy en su “disfraz de payaso” mientras entretenía a niños.

Otro ejemplo que alguien del foro de “Víctimas de la Psicopatía” mencionó, fue Bill Clinton y su conducta “tontorrona” pero agradable. (¿Entonces es Clinton realmente un psicópata? Muchos creen que sí.)

Un psicópata (fue diagnosticado como antisocial) que yo conocía usaba muy bien el disfraz de inofensivo. Todos pensaban que era muy gracioso. Yo también lo pensé, al principio. Luego, poco a poco me fui dando cuenta de que algo “no andaba bien” acerca de él. Al principio sus juegos aparentemente inofensivos eran encantadores, pero más tarde se volvió más bien una molestia y perturbaba nuestro ambiente de trabajo, lo que creó caos y tensión entre los empleados. He aprendido que un psicópata puede utilizar estos disfraces para satisfacer a su propósito personal secreto. Sin importar la raza, la clase social, ni la ocupación, el psicópata es sin embargo peligroso para la sociedad, porque “la naturaleza de la PAS (psicopatía) implica que
causa más caos en la sociedad que la mayoría de las otras enfermedades mentales, dado que el desorden involucra ante todo reacciones en contra del ambiente social que arrastran a otras personas a su red de destrucción… la desesperación y la ansiedad causada por antisociales (psicópatas) afecta trágicamente a familias y comunidades, dejando profundas cicatrices físicas y emocionales…” [Black, 5]

Hay mucho sobre la personalidad del psicópata que es desconcertante e inquietante. Una de más o menos cada 25 a 30 personas son psicópatas (también conocidos como sociópatas o antisociales- el nombre correcto es psicópata). Ya que la mayoría de ellos son hombres, escribí (
Wendy Koenigsmann) este sitio para poder, en parte, advertir a las mujeres acerca de los peligros, especialmente para mujeres conectadas a Internet, el cual creo es un “nuevo medio” favorito que atrae a los psicópatas. Tengo experiencia personal en este tema también. Esto se debe a que los “anti-sociales (psicópatas) no son sólo personajes en nuestros programas de entretenimiento ficticios o de la vida real. Son miembros de familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, o extraños con quienes podemos encontrarnos a diario.” [Black, 10].

Pamela Jayne, M.A., escribe que “el 30% de los hombres son sociópatas.” [el GFC nota que ella no está utilizando el término “psicópata”]. Si alrededor de 3 de cada diez hombres que pueda llegar a conocer son psicópatas, yo asumiría que es algo que no se puede tomar a la ligera. De acuerdo con estas estadísticas, eso querría decir tres de cada diez hombres y tal vez una de cada diez mujeres.

La verdad es que realmente no sabemos con exactitud cuántos individuos son psicópatas; sin embargo, parece haber un incremento en la prevalencia de la psicopatía y es por eso que algunos alegan que la cifra es mayor
. El Dr. Black asegura que la psicopatía encabeza justo detrás de la depresión, junto con la esquizofrenia y los trastornos límite de la personalidad, lo que es un hecho asombroso.

[Nota del GFC: Hare dice que la Psicopatía es MÁS frecuente que la depresión, la esquizofrenia y los DPL (desordenes de personalidad límite). Según todo lo que lo que sabemos, muchos depresivos se vuelven esquizofrénicos, o desarrollan DPL, y esto les sucede como resultado de interacciones con los psicópatas. El psicólogo Andrew Lobaczewski dice lo mismo en su libro "Ponerología Política"- (“Political Ponerology”)]

Los psicópatas son generalmente ingeniosos y elocuentes y casi siempre "con mucha labia." Pueden ser oradores
“divertidos y entretenidos”, listos para dar una réplica rápida, y pueden contar historias inverosímiles pero convincentes...

Pueden ser muy eficaces para dar una buena impresión y a menudo son muy agradables y encantadores. A algunas personas, sin embargo, les parecen demasiado escurridizos y melosos, por demás obviamente falsos y superficiales. Los observadores astutos se llevan a menudo la impresión de que los psicópatas están actuando como en una obra de teatro,
"leyendo mecánicamente sus versos." [Hare, 35].

...Pueden divagar y contar historias que parecen inverosímiles a la luz de lo que se sabe de ellos. Es típico que procuren dar la impresión de estar familiarizados con la sociología, la psiquiatría, la medicina, la psicología, la filosofía, la poesía, la literatura, el arte, o el derecho. Un indicador de este rasgo es a menudo una ligera falta de preocupación a ser descubiertos."
[Hare, 35].


Un individuo psicopático que yo conocí afirmaba tener el coeficiente intelectual de un genio y estar estudiando simultáneamente varias carreras en la universidad. "Cuando descubrí que tenía el índice de inteligencia de un genio, allí es cuando todos mis problemas comenzaron" dijo. Yo le pregunté, "¿Por qué?" Él contestó, " Porque soy demasiado inteligente para mi propio bien." Al final descubrí que estas eran mentiras porque de hecho, había abandonado sus estudios en la escuela secundaria.

[Nota del GFC: “Ser uno de los que abandonan los estudios en la escuela secundaria” no significa que una persona NO SEA un genio. De hecho, visto y considerando el sistema educativo de los Estados Unidos, es muy probable que muchos genios SÍ abandonen la escuela debido a la frustración y al aburrimiento. ]

A pesar de sus fracasos, los psicópatas tienen “una visión muy narcisista y exagerada de su autoestima e importancia,
un egocentrismo verdaderamente asombroso, presuntuosidad, y se ven a sí mismos como el centro del universo, como seres superiores justificados a vivir según sus propias reglas." [Hare, 38].

A menudo dan la impresión de ser "fanfarrones descarados y arrogantes –seguros de sí mismos, obstinados, dominantes, y engreídos. Les encanta
tener poder y control sobre lo demás y parecen incapaces de creer que la gente pueda tener opiniones válidas diferentes las suyas. Parecen carismáticos o 'electrizantes' para algunas personas." [Hare, 38].

Yo (Wendy Koenigsmann) sé exactamente lo que Hare quiere decir cuando recuerdo a una persona que conocí (quien había sido diagnosticada); parecía estar siempre encantando a la gente a su alrededor, aunque al final cada mujer que caía en su trampa terminaba volviéndose hostil al darse cuenta de que lo único que él había estado haciendo era engañarlas a todas simultáneamente.

El psicópata es
insensible, falto de remordimientos y de empatía, aunque a primera vista no parezca ser así. A menudo es excesivamente ingenioso, como un camaleón, encantador (pero no siempre, sobre todo cuando no está de "buen" humor), es una persona que atrae a un círculo de admiradores alrededor suyo en cada reunión, pero más a menudo, la gente lo evita -una vez que descubren cómo es realmente.

Los psicópatas terminan por lo general asociándose con otros como ellos, aunque en algunos casos no siempre se llevan tan bien. A veces se aparean con otros psicópatas y se convierten en un equipo unido, uno puede ser un "hablador" mientras que el otro es un "hacedor," y así sucesivamente, aunque Yo (Wendy Koenigsmann) creo fervientemente que estos papeles son intercambiables cuando tratamos con un dúo psicopático. Hare expone que, "Siempre y cuando sus intereses sean complementarios, forman una pareja formidable." [Hare, 65]. También se ha dicho que puede ser que algunos conocidos nunca lleguen a descubrir realmente el lado verdaderamente oscuro de los psicópatas.


Los psicópatas y las relaciones

Es en este terreno que el psicópata se acerca más al sicótico. A pesar de que en apariencia posee completamente su capacidad de razonar, determinada y probada por todos los medios de la psicología clínica, el psicópata demuestra una inhabilidad para comprender el significado y la significación de su comportamiento hacia los demás, y para juzgar las probables reacciones a su comportamiento. Se asombra a menudo de encontrarse con que la gente se sienta ofendida por sus hazañas. [Gordon Banks].

Las mujeres… histriónicas... son particularmente atraídas por y vulnerables a los hombres psicopáticos. La mujer histérica con desorden de la personalidad es propensa a enamorarse del psicópata... Es capaz... de corresponder en este ciclo proyectivo-introyectivo predominantemente idealizando al personaje psicopático. Su necesidad de apego y de dependencia complementa el deseo del psicópata de separación y autonomía; ella percibe a los otros como gente capaz de darlo todo y benévola, y él como gente capaz de robarlo todo y malévola.

La mujer histérica es inmune a desarrollar una sospecha sana cuando los detalles o las circunstancias no coinciden (también en lo que concierne a la falta de lógica en los pensamientos/comportamiento del psicópata) ni corroboran la versión oral del psicópata en cuanto a su historia.
[De “La Mente Psicopática" – Orígenes, dinámica y tratamiento, "The Psychopathic Mind - Origins, Dynamics and Treatment”, de J. Reil Meloy]

El verdadero peligro en cuanto a los psicópatas es que algunas mujeres en especial, tienen realmente una predisposición psicológica a encariñárseles. Incluso hasta se enamoran de ellos. Estas mujeres, generalmente de personalidad histérica o histriónica, se sienten poderosas cuando se encariñan con el psicópata, sin importar la verdad que se les haya dicho sobre él, ni lo que él mismo les haya dicho. Algunas de estas mujeres tienen la fantasía subyacente de sentir que el psicópata está bajo su control (según Meloy).

Al mismo tiempo, yo (Wendy Koenigsmann) me pregunto a menudo si son solamente las "neuróticas" quienes son víctimas de los psicópatas. Se debería decir que Freud es responsable de toda la acuñación de mujeres neuróticas, lo que me hace sospechar un poco. Presentaré la información, pero al mismo tiempo, no estoy totalmente de acuerdo con ella, porque pareciera que todas las mujeres, sin importar que sean o no de naturaleza "neurótica", representan presas para los psicópatas.

Hemos oído hablar de los casos extremos, tales como las mujeres que se enamoraron del Acosador Nocturno, Richard Ramírez, pero en general, usted encontrará a psicópatas en lugares absolutamente inocuos, y siempre saben identificar a una mujer vulnerable que alimente su propia imagen de grandiosidad. Por supuesto, el atractivo ayuda en estos casos. Se ha especulado que la razón por la cual muchas mujeres se enamoraron de Ramírez fue probablemente también intensificada por su bella mirada pensativa y el hecho de que podía parecer vulnerable, "como un niñito," dijo una admiradora.

Todavía queda por comprobar si el hecho de sentir compasión hacia un hombre hace que una mujer sea neurótica o no. Pero la verdad es que un psicópata atractivo es probablemente más peligroso que uno menos atractivo, sin excepciones.

Para muchas mujeres, el encariñarse con un psicópata va más allá del mero análisis freudiano -muchas niegan simplemente la verdad, confiando ciegamente e ignorando la realidad. Algunas, hasta cuando se les presentan fríamente los hechos concretos, seguirán todavía admitiendo que no pueden dejar de amar a su compañero psicopático, incluso después de haber sido desechadas por él. Este problema es psico-sexual (mujeres que poseen ellas mismas desórdenes de la personalidad y que se obsesionan con los psicópatas), o bien las mujeres que simplemente no admiten la verdad son ignorantes frente a la situación. Puede incluso ser una combinación de todo tipo de factores. De cualquier manera, el psicópata sabe a quién "elegir."

Como ya lo he dicho (Wendy Koenigsmann), la información concerniente a "mujeres histriónicas" e "histéricas" como las víctimas típicas fue tomada de las ideas de Meloy, pero no parecería ser la norma. Cualquier persona puede ser engatusada y enamorada por el psicópata. Los psicópatas pueden tomárselas con todos, ya sean ricos o pobres, inteligentes o no tan brillantes. Aunque pareciera que los enfermos mentales son más susceptibles: las ya mencionadas histriónicas, etc., así como víctimas al borde de un trastorno de la personalidad.

También, intentar “distinguir” a un psicópata por su aspecto no es fácil, como ya lo he hecho notar. Como me dijo un estudiante de psicopatía, "cambian a menudo de aspecto para no parecer amenazadores, o para crear un personaje."

Tim Field, un autor célebre e investigador en psicopatía, cree que el psicópata selecciona a gente que puede ver a través de él: “la aparente autoestima y la confianza en sí mismo de un matón (sociópata) es en verdad arrogancia, una creencia insostenible de invulnerabilidad agudizada por su voluntad de actuar fuera de los límites de la sociedad para asegurar su supervivencia. Los blancos (o víctimas) son gente que puede ver a través de la arrogancia y percibir la concha vacía detrás de ella -y los matones saben detectar a quiénes pueden ver a través de ellos, lo que promueve la eliminación del blanco." [Matón En línea- Bully OnLine]. Esto sucede generalmente en el ambiente de trabajo, y en situaciones en las que el psicópata deja caer su máscara.

Según el autor de La Mente Psicopática (The Psychopathic Mind) (Meloy), cuando necesita manipular a una mujer, el psicópata apunta por lo general a mujeres a menudo llamadas del tipo "rubia tonta”, la clase de mujer que emana inocencia, por lo general inconsciente de su propia sexualidad, de inocencia sosa, y muy seguido no demasiado inteligente -sus personalidades están generalmente al borde de una actitud tonta o ciegamente optimista, y siempre piensan que el bien se esconde detrás del mal. No es que haya nada esencialmente malo en cuanto a la inocencia o al optimismo, pero al tratar con un psicópata, eso puede resultar siendo una mala combinación. Los psicópatas parecen sentirse particularmente atraídos por este tipo de mujer. Ella es cariñosa y lo da todo, mientras que él es cerrado y retentivo.

Tienen "una capacidad extraña para ver y utilizar a mujeres 'maternales' -es decir, las que tienen una profunda necesidad de ayudar o de mimar a los demás."
[Hare, 149].

Como lo relata Hare, un "misil particular en busca de protección y amor de madre ", quien tenía la reputación local de atraer a una multitud constante de visitantes del sexo femenino, parecía poseer este talento. Él “no era especialmente apuesto ni muy interesante al hablarle. Pero tenía una cierta cualidad querúbica que algunas mujeres, incluyendo miembros del personal, parecían encontrarle de atractivo. Una mujer comentó que ella ' tenía siempre el impulso de mimarlo.' Otras dijeron que 'necesita que lo cuiden como a un hijo.' "
[Hare, 149].

A los psicópatas también les gusta "apegarse" a mujeres de un estatus social más elevado, a una mujer que represente lo que él quisiera ser. Entonces, cuando termina con ella, puede destruirla y "matar a dos pájaros de un tiro." Sin embargo, sin importar detras de qué tipo de personalidad anden los psicópatas, todas las mujeres siguen siendo un blanco.

Al igual que el narcisista, el psicópata posee una actitud arrogante, desdeñosa, y condescendiente; sin embargo, déjeme dejar esto en claro: a menudo en la etapa inicial en la que seduce a alguien nuevo, su verdadero carácter se mantiene oculto, naturalmente. Es por eso que, cuando una mujer advierte a otra mujer que un hombre es un psicópata, su más reciente víctima no será capaz de creer en las historias malas que le cuentan sobre él. Su respuesta será "Pero es tan encantador, tan amable, tan agradable..." y así sucesivamente. Sí. Exactamente. Él está jugando con usted también.

Los psicópatas tienen una estructura ostentosa que demanda de ellos "una devaluación desdeñosa y desapegada de los demás" [Gacon et al 1992], para ocultar su envidia hacia lo que es bien percibido en la gente. Reaccionan hacia capacidades de encariñamiento percibidas o existentes en ellos con ambivalencia y a menudo con agresión. Según Meloy, la mayoría de ellos transfiere ese acoplamiento a "objetos duros" como por ejemplo las armas, los cuchillos, [prácticas mágicas], etc. El ser ostentoso está así representado en el arma o el objeto y es una proyección de ellos mismos. Esto por supuesto es un estudio profundizado del psicópata. No todos los psicópatas tienen una colección de armas o un cuchillo o una espada favoritos, pero a muchos parecen gustarles las armas y tales símbolos de agresión y de dominación. No estoy segura de si esto es verdad en todos los casos, pero a un psicópata que conocí una vez le encantaban las espadas. Estaba obsesionado con ellas y amaba las armas de todo tipo.


Cómo tratar con Psicópatas


Si usted deja al psicópata, espere que sea del tipo que no hace ningún "ruido" sino que solamente destruye su reputación esparciendo mentiras, o bien espere mucha manipulación abierta (una tentativa final para adquirir poder y control).


Por ejemplo, yo dejé a un psicópata, y hasta el día de hoy, siempre que se le dé la oportunidad, él le pedirá a amigos que me adviertan de que no soy más que un "bichito" en su parabrisas y que él tiene la capacidad de destruirme como a un insecto. Entre tanto, también ha esparcido historias falsas sobre mí a cualquiera que las escuche. ¿Por qué hace esto?

Después de haber tratado con este comportamiento molesto durante casi dos años, he llegado a una conclusión: a pesar de que
no pueden realmente amar a otra persona, y de que carecen de verdaderas emociones arraigadas, los psicópatas se relacionan con los demás a través del poder y del control. Si alguien procurara realmente "menospreciar" (desde su punto de vista, esto es muy cierto) su poder y su control, él reaccionará de algún modo. El psicópata también dio la imagen de tener el control diciendo que "me había echado de una patada", a pesar de que vivía en la casa de su madre. Más adelante, también le dijo a mi amigo que yo no había sido nada más que un "experimento" para él, después de que yo he perdido dinero, tiempo, y de haber sufrido profundamente a causa de sus mentiras y de su manipulación. Cuando digo “sufriendo”, también incluyo una depresión extrema que duró casi dos años, ya que él no paró de atacarme durante los dos años que siguieron al momento en que lo dejé (e incluso hasta el día de hoy).

Creo que algunos individuos son lo suficientemente fuertes como para hacerle frente al psicópata; desafortunadamente, no toda la gente lo es, y la mayoría de los psicópatas logran dañar permanentemente a sus víctimas. Esta es la razón por la cual necesitamos definitivamente más grupos de ayuda para la gente que se ha involucrado en relaciones con psicópatas.


En síntesis, la experiencia de tratar con un psicópata puede ser muy inquietante para la mayoría de la gente, sin mencionar que, cuando lo tiene a usted atravesado, puede estar seguro de que será infamado falsamente, sin lugar a duda. Recientemente le pregunté a Field lo que uno puede hacer cuando se enfrenta con las mentiras de un psicópata (Field se refiere a ellos como sociópatas) y a la ausencia evidente de justicia a la hora de observar su comportamiento - la respuesta de Field fue:


"La lección más importante que he aprendido es que al tratar con un sociópata, las reglas normales de etiqueta no se aplican. Usted está tratando con alguien que no tiene ningún tipo de empatía, ninguna conciencia, ningún remordimiento, ni ningún sentimiento de culpa... es un pensamiento totalmente diferente. Palabras tales como 'depredador' y 'malvado' son utilizadas frecuentemente."


Si usted intenta tratar con psicópatas de una manera ética, quedará escandalizado. El Dr. William Higgins afirma que
"no se puede negociar ni hacer un trato con los psicópatas."

Los psicópatas no sólo negarán y lo trivializarán, sino que también evitarán contestar directamente a las preguntas que usted les haga, e incluso cuando parecen contestarle, puede estar seguro de que no es la respuesta que buscaba. Se ha dicho que incluso cuando sí le dan una respuesta directa, ellos nunca tratarán el verdadero tema, a pesar de que pueden incluso revindicar ser honrados cuando eso los satisface. Pero no se engañe, es para esto que el psicópata desea a su víctima -él desea avergonzarlo al mismo tiempo que lo hace encajar en sus planes; esto se debe a que "los psicópatas muestran una gran falta de preocupación por los efectos devastadores que sus acciones tienen en los demás. Muy seguido son totalmente francos sobre el asunto, afirmando tranquilamente que no sienten ningún sentimiento de culpa en absoluto, que no lamentan el dolor ni la destrucción que han causado, y que no hay razón alguna para que se preocupen." [Hare, 41].

Por otro lado “los psicópatas pueden expresar remordimiento verbalmente, pero luego contradecirse con palabras o acciones.” [Hare, 41] Puede que los psicópatas se disculpen o muestren remordimiento sólo para salirse con la suya, pero al final usted será apuñalado por la espalda y se dará cuenta de lo superficiales que eran sus palabras.


Los psicópatas parecen no poder recordar lo que han dicho o en lo que se han comprometido hace mucho tiempo. Parecen estar siempre viviendo en el presente. Es por eso que a menudo son culpables de ser "grandes fabricantes de promesas" que no pueden cumplir con su palabra. Una vez más será la víctima quien deberá acarrear con las consecuencias de todas las distorsiones y las vueltas del psicópata, y cuando él consigue enfadarlo lo suficiente, lo desacreditará de "defectuoso", y así el psicópata logrará hacerse pasar muy seguido por la verdadera víctima. Como John Wayne Gacy dijo una vez, "Yo era la víctima, fui engañado desde mi niñez."

Lo que sucede a menudo como consecuencia, tal y como Field lo ha indicado, es que la víctima puede reprimir su enojo durante un tiempo, pero luego, por lo general muchos meses más tarde, puede que el individuo se de cuenta repentinamente de la verdad, y de que desde el primer momento ha sido intimidado por el psicópata. Ahí es cuando la víctima se enfada mucho de repente y se siente motivada a lograr cierta clase de justicia. Pero si intenta obtener justicia de un psicópata, sepa que será usted el que termine pagando a menos que se imponga firmemente; la experiencia lo confundirá y desconcertará aún más, y eso puede incluso tentarlo a jugar con fuego.

En algunos casos, nuestra sociedad permite que la psicopatía exista porque realmente no luchamos contra los comportamientos engañosos y mentirosos (un buen ejemplo: Bill Clinton). También son buenos para engañar a sus propios psiquiatras. Por ejemplo, dos individuos que yo (
Wendy Koenigsmann) conocí se jactaban de disfrutar jugando a juegos psicológicos con psiquiatras.

"Yo era un caso de estudio; no podían nunca darse cuenta de lo que fallaba conmigo, así que yo jugaba simplemente a juegos psicológicos con ellos", comentó uno de ellos. Él también aprendió, leyendo sobre psiquiatría y yendo a terapia, que podría simplemente "echarle la culpa a otro" para conseguir salir impune. "Sólo acuso a otro" dijo él, despreocupadamente.

Cuando se le preguntó en detalle por qué odiaba tanto a su madre, (él afirmaba que ella abusaba de él física, mental y emocionalmente), contestó: "Porque mi madre proyecta en mí a todos los gilipollas que la abandonaron."

Es por esta razón que Hare cree que la terapia vuelve peores a los psicópatas; la mayoría de ellos aprenden sobre emociones humanas a través de la psiquiatría, y "les encanta atribuir sus defectos y problemas al abuso infantil." [Hare, 50]. También, los "antisociales (psicópatas) mismos pueden ser poco colaboradores o desagradables, complicando los esfuerzos que se hacen por estudiarlos y tratarlos."[Black, 12].

En cuando a la recuperación del psicópata, a pesar del dolor que esto pueda dejar (alguna gente nunca se recupera, según Field), usted aprenderá lo sencillos y a la vez cobardes que son los medios del psicópata para guardar la calma. Esa es simplemente la manera en la que el psicópata debe funcionar para mantener su propia imagen, relativamente frágil (aunque petrificada de por vida).

Mientras que pocos psicópatas cometen crímenes violentos, la crueldad del psicópata promedio oscila generalmente dentro de acciones sutiles, pero sin embargo devastadoras:


"Exprimir a los demás como un parásito y despojarlos de sus posesiones, ahorros, y dignidad; hacer y tomar agresivamente lo que ellos desean; descuidar vergonzosamente el bienestar físico y emocional de sus familias; involucrarse en una serie interminable de relaciones sexuales ocasionales, impersonales y triviales; entre otras cosas." [Hare, 45].


Ésta es una característica mayor de su carencia de empatía. También le advertimos que el psicópata gastará mucho esfuerzo (a expensas de la víctima) en crear planes, expectativas, etc., pero que darán muy poco, o nada, a cambio. Cuando él sabe que le ha hecho algo con lo cuál usted puede no llegar a conformarse, tendrá una posibilidad de escapatoria lista de antemano. La mayoría de la gente normal hace lo mismo, en un sentido general, pero el psicópata lo hace de puro egoísmo, avaricia, y crueldad. No le importará herir o no sus sentimientos. Cualquiera sea la traición que él promulgue, esta última no será más disimulada una vez que se le acabe la función.

(Wendy Koenigsmann) quisiera contar la experiencia de una amiga mía originaria del Japón. Ella se había estado comunicando con un hombre que vivía en San Diego desde hacía más de un año, y durante la época de su correspondencia y llamadas telefónicas, él parecía muy "dulce, cariñoso y amable." Ella mencionó lo maravillosamente escritos que estaban sus e-mails, entre otras cosas. Llegó un momento en el que este hombre le propuso casamiento, y, para rematarla, le prometió que tenía un trabajo esperándola en la ciudad en donde él vivía, e incluso le envió una carta de la compañía con toda la información.

Bueno, mi amiga le creyó y vino a los Estados Unidos para casarse con él. Durante su primera cita, ella mencionó cómo ése ya había sido el principio del fin, y cómo debería haberlo visto venir. Ella le dijo, después de que se encontraran en el aeropuerto, que necesitaba hacer una llamada telefónica, y en vez de dejarla usar su teléfono celular, él le dijo que utilizara el teléfono público. Mi amiga, no obstante ingenua, mencionó que esto contradecía a la persona que había conocido por teléfono y a través de los e-mails. Dijo que se había sentido un poco indignada, pero sin embargo se casó con él.

A medida que fueron pasando las semanas, las cosas empeoraron. Descubrió que no había ningún trabajo, y que la carta que él le había enviado era en realidad sólo el membrete de la compañía copiado en otra hoja. Es decir que su nuevo marido había falsificado un documento para engañarla.

Después, ella comenzó a recibir llamadas telefónicas de mujeres de Filipinas y Canadá diciéndole que su nuevo marido las había estado invitando (por Internet) a que fueran a vivir con él. Mi amiga estaba tan enloquecida que les dijo repetidamente que él les estaba mintiendo a todas mientras que el truco más grande de todos lo estaba jugando con ella. Las mujeres no le creyeron (¿por qué será que las mujeres tienden a no creerle a otra mujer cuando ésta está intentando advertirles de algo?), pero finalmente mi amiga les dijo: "Si quieren tener la prueba que yo estoy casada con él, entonces vengan aquí y se los probaré."

Finalmente se enteró a través de amigos y parientes que el Sr. Maravilloso era un mentiroso patológico que poseía una larga historia de haber usado a mujeres y de haber sido encubierto por su madre quien escondía las pistas, y, por más triste que sea decirlo, ésta no era la primera persona con quien se había topado. Yo (Wendy Koenigsmann) puedo decir lo mismo, y es por eso que he escrito esta página de Internet, porque puedo decirle que esta gente anda rondando por ahí afuera, y no quiero que a nadie más le suceda esto o tenga que atravesar una situación como la que hemos experimentado mi amiga y yo. Mi meta es que con mi página web, más gente, y no solamente mujeres sino también hombres, estén informados y no se conviertan en víctimas ellos también, porque es realmente una experiencia dolorosa.

Entonces...


¿Qué es lo esencial al tratar con los psicópatas?

Evítelos. O una vez que sepa o sospeche qué son, evítelos. Cualquier contacto que vaya más lejos con un psicópata será realmente perjudicial. Una vez que ha estado implicado con algunos de ellos, como muchas personas que conozco, también aprenderá a ver las “banderas rojas”. Este no significa que deba volverse paranoico con respecto a la gente, sólo cuidadoso.

El hecho es que a pesar de todos los estudios y las nuevas terapias, los psicópatas están “diseñados” para un mal comportamiento de por vida. El doctor Leland M. Heller, escribe que la gente que tiene este desorden presenta síntomas que incluyen la mentira, la trampa, la crueldad, el comportamiento criminal, la irresponsabilidad, la carencia de remordimientos, relaciones pobres, explotación, manipulación, destructividad, irritabilidad, agresividad, y fracasos en el trabajo. Muchos no exhiben un comportamiento criminal, pero actúan antisocialmente en profesiones socialmente aceptables.

El alcohol empeora el desorden, y los psicópatas son muy propensos al abuso de sustancias. Las causas son a menudo “una disciplina paternal pobre, la asociación con chicos ‘malos’, y una vinculación frágil con sus padres...” [Heller, 75].
Pero las causas también pueden ser sobre todo biológicas.

Otra característica es su extraño uso de las palabras, porque no pueden distinguir entre palabras neutras y emocionales. Una vez un individuo psicopático me dijo que estaba “deftly afraid of needles” (“le tenía un terror “deftly” a las agujas), pero la palabra “deftly” significa “habilidad”. En vez de decir “deathly afraid” (mortalmente, extremadamente aterrado), dijo “deftly”, y nunca notó que se había equivocado. (Ver el libro de Hare para más ejemplos interesantes de este fenómeno).

Más extraño aún, muchos encuentran que esta falla en el lenguaje del psicópata es encantadora, y los psicópatas tienden a hablar montones, especialmente cuando exudan su encanto.


¿La pregunta es, puede usted identificar a uno antes que ellos lo atrapen?

Por eso es importante estudiar si usted es de aquél tipo de personas que cae rendido a sus pies. Alguien que, en esencia, se convierte en presa al creer en ellos. Algunas personas pueden encontrar la preocupación por la psicopatía irrelevante, pero no lo es. La psicopatía causa tremendos daños en nuestra sociedad, y afecta nuestras vidas a todo nivel. Causa enfermedades y desórdenes como el PTSD (Desorden de Estrés Post Traumático). Víctimas inocentes también pierden su dinero, y estos depredadores sociales también provocan mucho daño económico a la sociedad.

Todos, y especialmente las mujeres, deberían aprender a identificar la psicopatía y a estar alertas a las banderas rojas. Esto no significa tener que diagnosticar a cada hombre con quien tiene una cita, ¡pero el sólo hecho de estar al tanto del desorden lo puede ayudar mucho! Fiándome en mis experiencias personales, creo sinceramente en el dicho: Mejor prevenir que curar”.

Quisiera enfatizar una vez más que creo de verdad que una mujer transfiere en el psicópata lo que quiere creer, hasta llegar al punto en el que lo pinta con una luz irrealista, por lo que los psicópatas también pueden “jugar con su cabeza” el respecto. La mayoría de las víctimas del psicópata sólo ven lo que quieren ver, al principio. Es por eso que Field dice, “La ingenuidad es el peor enemigo. Muchos/as se aferran a creer que su amado/a (el/la psicópata) tiene simplemente algunos problemas como cualquier otra persona, y no los síntomas de un desorden de la personalidad.”
[Black, 59].

En el libro When Your Lover is a Liar (Cuando Su Amante es un Mentiroso) también se señala et tema de la psicopatía y la manera en que los psicópatas manipulan a las mujeres. El autor cree que lo que más entusiasma al psicópata es simplemente el ser capaz de “tomarle el pelo a una mujer”. En gente emocionalmente normal, no podemos entender que tipo de entusiasmo es este, ni porqué algunos llegan a tanto para engañar a alguien. Pero como lo dice el Dr. Heller, “los psicópatas no sienten ningún remordimiento, y en realidad hasta disfrutan de su comportamiento antisocial.”
(Heller, 76)

Además, algo que creo los hace aún más peligrosos, es que pueden ser bastante encantadores y persuasivos, y que “tienen un conocimiento asombroso de las necesidades y debilidades de otra gente”, como lo expuesto en el texto Psychology In Action (Psicología En Acción): “Hasta cuando los derechos de sus socios les son indiferentes, son a menudo capaces de inspirar sentimientos de confianza y de fe.” Esto se ejemplifica mejor con un psicópata que profesa que “está todo bien”, mientras que le miente rotundamente en la cara con honestidad y candor aparentes, pero que luego lo acuchilla por la espalda apenas usted se da vuelta.

Al final, usted los “conocerá por sus frutos”, por así decirlo. Se cerciorarán de hacerle saber quién es el jefe. Como una víctima contó en el libro Without Conscience… (Sin Consciencia…) de Hare, no podía entender cómo era posible que alguien (el psicópata que ella había conocido) hubiera logrado colarse en su vida y que después hubiera desaparecido tan fácilmente. Es así como operan. Simplemente no les importa nadie en lo más mínimo. Excepto ellos mismos.

Otra característica muy fuerte a buscar (o escuchar) es lo que el doctor Hare llama el “placer del engaño”. Es como si el psicópata no tuviera ninguna necesidad ni propósito de mentir. El placer es alcanzado simplemente al tomarle el pelo a alguien.

En lo que se refiere a las adiciones y demás, “dentro de los lazos más claros, se encuentra el de la psicopatía y el abuso de alcohol y otras drogas,” [Black, 91], aunque la mayoría de los psicópatas nunca admitirán que tienen problemas con la bebida, mismo cuando esto es obvio. Tal y como lo dijo un psicópata, “Yo sé cómo beber. El beber es una responsabilidad, Y lo vengo haciendo desde los 12 años.”

Así que, una vez más ¿Pueden los psicópatas cambiar? ¿Puede usted cambiarlos?

No. Ellos deciden comportarse como lo hacen, aunque, hasta cierto punto tengan realmente un desorden de personalidad. Sin embargo, el Doctor Black cree que hasta aquellos pacientes que “muestran el mayor cambio, parecen incapaces de entender el grado en el cual sus acciones afectaron a aquellos que los rodeaban. Pueden seguir viviendo en el aislamiento emocional. El interés personal es un componente natural del maquillaje humano, pero es especialmente fuerte en los antisociales y deja a muchos de ellos incapaces de desarrollar una compasión total, una conciencia, y otros atributos necesarios para relaciones sociales exitosas”.
[Black, 144].


“No espere un milagro.”

En consecuencia, aunque puedan o deseen cambiar, los estudios han mostrado que en general los psicópatas no cambiarán. Así que no gaste su tiempo tratando de ayudarlos o de cambiarlos. La ayuda que usted ofrezca siempre le será pagada en su totalidad con traición. Black también cree que “las víctimas pueden temer la venganza u otras consecuencias potenciales, pero salir de la situación abusiva (con un psicópata) es a menudo mejor que el tratar de sobrevivir en una relación basada en la intimidación y la violencia.” [Black, 185]. Personalmente, también creo que es mejor no aceptar las migajas del afecto falso de un psicópata. Nadie necesita aquella clase de abuso. Si usted sigue soportando aquel abuso, le puedo asegurar que pagará por ello tanto mental como emocionalmente, por mucho tiempo. El resultado final es lo que se llama haber sido psicológicamente maltratado.

Algunas personas, sintiendo que tienen que salvar a otras (co-dependientes), y quizás también un poco orgullosos en su necesidad de probar una opinión, a menudo terminan siendo presas de psicópatas porque se niegan a creer en la verdad. También quisiera remarcar que algunos psicópatas aparentan mostrar un conocimiento de las características de su personalidad (“Soy un imbécil,” etc.); sin embargo, esto no significa que les importe cómo se comportan. Eligen comportarse de ese modo.

Según Field, las secuelas de interactuar con estos individuos y el proceso de recuperación puede ser un “proceso largo, lento y doloroso”. Pero hay que recordar que si bien ha sido una víctima (un blanco), usted es sólo el “último en la larga fila de gente en quien él (el psicópata) manifestó su agresión. Probablemente haga esto durante toda su vida”. Es triste decirlo, pero “los antisociales (psicópatas) a menudo pasan los últimos años de su vida solos, a veces afligidos de remordimiento por aquello que nunca supieron que les faltaba hasta que fue demasiado tarde”.
[Black, 89].

¿Encuentro este un hecho triste? Sí. Es muy triste y encuentro muy desafortunado el hecho de que haya gente que vive sus vidas de esta forma. Pero como lo mencioné antes, y no podré enfatizarlo lo suficiente: no importa cuanta lástima o compasión pueda usted tener por un individuo psicopático, no trate “de salvarlo”. Esto sólo terminará dañándolo a usted. ¡Como mi amigo de Japón dijo, “A (esta gente) simplemente no le importa que lo que hacen pueda arruinar tu vida! ¡Pueden arruinar tu vida!”


La lista original de Cleckley de lo síntomas de un psicópata:

  1. Un encanto superficial considerable y una inteligencia promedio o por encima de la media.

  2. La ausencia de ilusiones y otros signos de pensamiento irracional.

  3. La ausencia de ansiedad u otros síntomas “neuróticos”. Une equilibrio considerable, tranquilidad, y facilidad de palabra.

  4. La inconstancia. Desatiende sus obligaciones sin sentido alguno de responsabilidad, en asuntos de pequeña o de gran envergadura.

  5. La falsedad y la falta de sinceridad.

  6. Un comportamiento antisocial que es inadecuadamente motivado y mal planeado, pareciendo provenir de una impulsividad inexplicable.

  7. Un comportamiento antisocial inadecuadamente motivado.

  8. Un mal juicio y problemas para aprender de las experiencias.

  9. Un egocentrismo patológico. Un auto-centrismo total y la incapacidad de amar realmente y de formar lazos.

  10. Una carencia generalizada de emociones profundas y duraderas.

  11. La falta de real perspicacia, la incapacidad de verse a sí mismo como otros lo hacen.

  12. La ingratitud hacia cualquier consideración especial, de bondad o de confianza.

  13. Una conducta fantástica y objetable, después de beber y a veces aún cuando no esté bebiendo (vulgaridad, ordinariez, cambios rápidos de ánimo, bromas).

  14. Ningún historial de verdaderos intentos de suicidio.

  15. Una vida sexual impersonal, trivial y mal integrada.

  16. El fracaso en tener un plan de vida y en vivir de una manera ordenada, a menos que promueva la auto-derrota.


“… Día sí, día también, el psicópata típico parecerá especialmente agradable y dará una opinión claramente positiva cuando se lo trata por primera vez. Listo y amigable en su actitud, es muy fácil hablar con él y parece tener muchos intereses genuinos. No hay absolutamente nada curioso o extraño en él, y en todo respecto tiende a personificar el concepto de una persona equilibrada y feliz. Tampoco parece estar ejercitándose artificialmente como alguien que estaría disimulando o que desea vender algo. Raramente se sentirá confundido frente a un estafador o a alguien que esté tratando de congraciarse con él con algún propósito oculto. Señales de afectación y de gentileza excesiva no les son características. Parece genuino.

“Muy seguido indicios de un juicio sólido y de un razonamiento sensato emergerán, y es probable que uno sienta luego de haberlo conocido que esta persona normal y agradable también posee mucho talento. Tests psicométricos también lo muestran de una inteligencia superior. Más que la persona promedio, él parece haberse liberado de impedimentos sociales o emocionales, de distorsiones menores, de peculiaridades, y de sentimientos de incomodidad, tan comunes hasta en la gente más exitosa. Estas características superficiales no son universales en este grupo, pero son muy comunes…”

“...Se debe conceder por supuesto que el psicópata posee algún tipo de afecto. El afecto es, quizás, un componente en la suma de reacciones de vida, aún en la entidad unicelular de protoplasma. Ciertamente en todos los mamíferos esto es obvio. Los estados relativamente insignificantes de placer, de disgusto, y de la animosidad experimentada por el psicópata ya se han mencionado. La opinión aquí mantenida es que él no consigue conocer los estados más profundos y conmovedores que componen la tragedia y el triunfo de la vida ordinaria, de la vida a nivel de las experiencias humanas importantes...”


La lista de puntos de Hare


1. MUCHA LABIA y ENCANTO SUPERFICIAL –- una tendencia a ser suaves, enganchadores, encantadores, hábiles, con facilidad verbal. El encanto psicopático no es en absoluto tímido, prudente, ni con miedo de decir algo. Un psicópata nunca enmudece. Por ejemplo, se han liberado de la convención social de hablar por turnos.

2. AUTOESTIMA OSTENTOSA -- una visión extremadamente alta de sus propias capacidades y de lo que valen; seguros de sí mismos, testarudos, engreidos, jactanciosos. Los psicópatas son personas arrogantes que se creen seres superiores.

3. NECESIDAD DE ESTÍMULOS o PROPENSIÓN AL ABURRIMIENTO -- una necesidad excesiva de estímulos nuevos, emocionantes y apasionantes, corriendo así riesgos. Los psicópatas a menudo tienen una baja autodisciplina para completar tareas porque se aburren fácilmente. No consiguen conservar el mismo trabajo durante más de un cierto tiempo o, por ejemplo, no terminan tareas que consideran embotadoras o rutinarias.

4. MENTIRAS PATOLÓGICAS -- moderadas o altas. De forma moderada serán perspicaces, mañosos, astutos, y listos; en la forma extrema, serán engañosos, secretos, inescrupulosos, manipuladores, y deshonestos.

5. ENGAÑO Y MANIPULACIÓN -- el uso de engaño para hacer trampa, estafar o defraudar a otros para su ganancia personal; distinguiéndose del punto 4, en cuanto a que aquí la explotación y la crueldad insensible están presentes, reflejando una carencia de preocupación por los sentimientos y sufrimiento de sus víctimas.

6. CARENCIA DE REMORDIMIENTO O CULPA -- una falta de sentimientos o preocupación por las pérdidas, dolor y sufrimiento de las víctimas. Tienden a ser indiferentes, desapasionados, fríos, y faltos de empatía. Este punto es por lo general demostrado por su desdén hacia las víctimas.

7. AFECTO SUPERFICIAL -- una pobreza emocional, o una gama limitada de emociones profundas; frialdad interpersonal, a pesar de dar señales de ser abiertamente gregarios.

8. INSENSIBILIDAD Y CARENCIA DE EMPATÍA -- una carencia de sentimientos hacia la gente en general; es frío, despectivo, desconsiderado, y sin tacto.

9. UN ESTILO DE VIDA PARASITARIO -- una dependencia financiera intencional, manipuladora, egoísta, y explotadora de otros, como se refleja en una carencia de motivación, en poca autodisciplina, y en la inhabilidad de asumir responsabilidades.

10. CONTROL POBRE DEL COMPORTAMIENTO -- expresiones de irritabilidad, molestia, impaciencia, amenazas, agresión, y abuso verbal; control inadecuado de su cólera y carácter; actúa sin pensar.

11. COMPORTAMIENTO SEXUAL PROMISCUO -- una serie de relaciones breves, superficiales, y una selección indiscriminada de compañeros sexuales; varias relaciones mantenidas simultáneamente; un historial de tentativas de imponerse sexualmente a otros, o una muestra de gran orgullo relatando sus proezas sexuales o conquistas.

12. PROBLEMAS CONDUCTUALES TEMPRANOS –- una variedad de problemas de comportamiento antes de los 13 años, incluyendo mentir, robar, hacer trampas, estar involucrado en actos de vandalismo, abusar de otros, tener una actividad sexual, prender fuegos intencionalmente, aspirar pegamento, hacer uso de alcohol, y escapar de casa.

13. UNA FALTA DE OBJETIVOS REALISTAS Y A LARGO PLAZO – una inhabilidad o fracaso permanentes en desarrollar y ejecutar planes y objetivos a largo plazo. Una existencia nómada, sin objetivo, careciendo de dirección en la vida.

14. IMPULSIVIDAD –- comportamientos no premeditados recurrentes y faltos de reflexión o planificación; inhabilidad de resistir a la tentación, frustraciones, e impulsos; una falta de reflexión sobre las consecuencias de sus acciones; es temerario, precipitado, imprevisible, errático, e imprudente.

15. IRRESPONSABILIDAD -- fracaso repetido en realizar o cumplir con obligaciones y compromisos, como por ejemplo no pagar cuentas o préstamos, realizar trabajos sin cuidado, ausentándose o llegando tarde a trabajar, dejando de cumplir con acuerdos contractuales.

16. FRACASO EN ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD DE SUS PROPIAS ACCIONES –- fracaso en aceptar la responsabilidad de sus acciones, que se refleja en una toma conciencia baja, en la ausencia de escrúpulos, en la manipulación, la negación de su responsabilidad, y en un esfuerzo para manipular a otros a través de esta negación.

17. MUCHAS RELACIONES MATRIMONIALES A CORTO PLAZO -- no se compromete en relaciones de largo plazo, lo que se refleja en compromisos inconsistentes, informales, y no fiables, incluyendo el matrimonial.

18. DELINCUENCIA JUVENIL -- problemas de comportamiento entre los 13 y 18 años; sobre todo en conductas que son delitos o que implican claramente aspectos de antagonismo, explotación, agresión, manipulación, o una insensibilidad despiadada.

19. REVOCACIÓN DE LIBERTAD CONDICIONADA -- una revocación de un periodo de prueba u otra libertad condicional debido a violaciones técnicas, como por ejemplo el descuido, poco tino, o el dejar de presentarse cuando lo llaman.

20. VERSATILIDAD CRIMINAL -- una gran diversidad de tipos de ofensas criminales, sin importar si la persona ha sido detenida o condenada por su culpa; mostrando un gran orgullo al salir indemne.


De: Una Obsesión Americana... el Psicópata – (An American Obsession… the Psychopath) Espero educar y advertirle a usted, el lector, sobre algunas de las señales más comunes de que la persona en cuestión –generalmente un hombre-
es alguien de quien debería separarse... ¡y rápidamente! Cuanto más pronto detecte a una persona que le puede traer problemas, más a salvo estará. Una verificación rápida es que lo/la ubique en la escala del gilipollas. Ahora recuerde: ¡No todos los gilipollas o idiotas son necesariamente psicopáticos! Sin embargo, el psicópata es una forma extrema del tipo de personalidad del "gilipollas", ellos acaban de aprender a ocultarlo la mayoría del tiempo y a parecer gente "agradable, encantadora". ¡Su desarrollo está atascado desde temprana edad, y todavía luchan las batallas de la autoridad y del control paternal sobre ellos!






Mensaje de Chávez a la Asamblea Nacional:
Un análisis psico-patológico Gustavo Coronel* / Las Armas de Coronel (Venezuela) - 27/01/11
Latinobarómetro tiene a Hugo Chávez como el líder peor visto en América Latina, junto con Fidel Castro. Nada de esto, por supuesto, es mencionado por Chávez en su mensaje.
El sociópata se ha convencido a sí mismo que lo que va a decir es verdad

“Soy un convencido que el país en general tiene que pensar, con mucha seriedad, en esa norma constitucional referida a las faltas absolutas presidenciales que operan cuando el Jefe de Estado no está en condiciones mentales de conducir a la nación”.
Herman Escarrá, abogado constitucionalista.


Mientras que los discursos de Churchill y Kenedy comenzaban a la hora señalada y duraban, en promedio, unos 30 minutos, las dos horas de tardanza en llegar a la cita y siete y media horas empleadas en este discurso (Basado en la transcripción completa del mensaje a la Asamblea Nacional hecha por el diario oficialista “El Correo del Orinoco”.) demuestran un fuerte síntoma de sociopatía, el desdén total por la audiencia y el deseo de aparecer todo poderoso.

El tema debería haber sido el estado del país y los logros del régimen durante 2010, pero el primer dato sobre la acción del gobierno fue dado casi a la hora de haber comenzado el discurso (Página 26 de la transcripción del discurso). Casi una hora inicial se fue en anécdotas sin trascendencia sobre Barinas, su familia y sus amigos, de chistes, de auto-glorificación, de referencias magnánimas a algunos personajes del régimen, como José Vicente Rangel y Francisco Arias Cárdenas, de saludos hipócritas a algunos miembros de la oposición. Esto no es solo un uso ineficiente del tiempo sino que evidencia un componente típico de la sociopatía, ya que la persona que la padece “pierde la noción de la importancia de las normas sociales, como son… los derechos individuales.” Esa postura del comandante-presidente de un total desdén por los derechos ajenos es uno de los ingredientes fundamentales de la aflicción sociopática.


El premio del Rey de Bahrain

La primera noticia que concierne al país y que debería ser de interés para los venezolanos se encuentra en la página 26 del mensaje. Tiene que ver con el premio anual del Rey de Bahrain, el cual fue dado en 2010 a Infocentros, organización estatal venezolana. Ello es positivo. Sin embargo, Chávez no dijo que este premio había sido compartido con otro ganador, no fue solo para Venezuela y que son los mismos gobiernos los que se auto-postulan o postulan a sus organizaciones para obtenerlo. Ha sido ganado en años anteriores por Finlandia, por Corea del Sur y por varios otros países. Si uno examina las noticias sobre este premio, se verá que todas provienen de las agencias controladas por el régimen de Chávez y que ninguna menciona el hecho de que es un premio compartido. Esta omisión no es fortuita y representa un intento de adscribirse méritos únicos, una señal de egocentrismo, otra de las características de la sociopatía.


La crisis eléctrica

Después de esta mención, la audiencia debió esperar casi una media hora para saber un poco más de lo que estaba pasando en Venezuela. Es solo en la página 31, después de más anécdotas y chistes malos, que aborda el segundo tema de interés nacional, la crisis eléctrica. Allí dice que la solución está en marcha, con una inversión de 21.000 millones de dólares “para los próximos años”. Habráse visto tamaña mentira? Venezuela no tiene, ni remotamente, ese dinero, ni la capacidad técnica para acometer proyectos que requieran esa magnitud de inversiones, mucho menos los planes requeridos para acometer la re-estructuración del sistema eléctrico nacional.

En la página siguiente hay una indicación preocupante sobre la salud mental del comandante-presidente. Después que introduce el tema de la crisis eléctrica y se dispone a discutirlo, el orador cambia abruptamente a un tema totalmente diferente, el de UNASUR. Habla de los Kirchner, de Lula, de Colombia. Se pone a hablar de la telenovela que pasaba Televen y que sacó del aire “por cuenta propia” (léase una llamada de él). Luego esto lo lleva al tema de la inseguridad y, entre aplausos, dice terminantemente que eso no es culpa de él sino de las telenovelas.

Largos minutos después es que se digna regresar al tema eléctrico, pero no para decir lo que se ha hecho en su gobierno sino sobre lo que piensa hacer en el futuro, en el 2014 y después. Esta es otra característica de un estado mental patológico, ese vivir en un mundo irreal, panglossiano, que contrasta cruelmente con la realidad. Cualquiera persona que se atreva a mencionar al mundo real en la presencia de un sociópata es inmediatamente objeto de su cólera y descalificaciones. Es después de algún tiempo que se congracia con ellos y los menciona públicamente como ejemplos de su magnanimidad, como ha sido el caso del perdonado Francisco Arias Cárdenas.

Finalmente el orador menciona la capacidad eléctrica instalada y la nueva capacidad generada en 2010, pero olvida convenientemente mencionar que esa capacidad nueva generada fue una cuarta parte de lo que prometió a principios del año. Esta característica es llamada “auto-engaño” por los psiquiatras. El sociópata se ha convencido a sí mismo que lo que va a decir es verdad. Por eso suena tan convincente para algunos.


Un preocupante ejemplo de disturbios mentales
y de incoherencias en el discurso

En la página 38 hay una preocupante evidencia del problema psíquico del comandante-presidente, el cual tiene que ver con una visión totalmente deformada de los mecanismos de decisión. Ello recuerda al Capitán Queeg, el personaje de la novela de Herman Wouk, “El Motín del Caine”, quien ordena una dramática investigación a bordo de su barco para averiguar quién se comió unas fresas. El comandante-presidente dice: “Cometimos errores, recuerdo aquel plan de racionamiento [eléctrico] en Caracas, cuando me di cuenta del gran error que estábamos cometiendo, era de noche y a las 12 en punto comenzaba, y llamé a Mario Silva que estaba en La Hojilla y le dije: 'Mario, anuncia ahí que he ordenado suspender el racionamiento en Caracas'”.

Teniendo órganos oficiales autorizados para tomar decisiones técnicas e informar debidamente a los venezolanos sobre esas decisiones, llamar a Mario Silva en La Hojilla, para que sea él quien “informe” al país es un exabrupto desde el punto de vista de la buena gobernabilidad, pero es aún más preocupante desde el punto de vista de los procesos mentales del comandante-presidente.

En la página 41 hay una buena muestra de incoherencia, además aplaudida por parte de la audiencia: “En verdad, el capitalismo, no es que lo diga yo, yo soy un humilde soldado en verdad, esta banda que tengo puesta aquí es la bandera que yo amo. Cuando era subteniente por allá en Barinas, en los cazadores, yo era abanderado y cargaba esa bandera aquí como el teniente que vi ahorita ahí con la bandera y una teniente con el sable, con aquel orgullo. Mis soldados, que también son tan atacados, general Mata, también son tan atacados mis soldados; por atacarme a mí los atacan a ustedes, pero vaya que ustedes están conscientes de lo que están haciendo en función del país, de los intereses nacionales, en función del pueblo venezolano, en función de la nación toda, cómo los atacan". (Aplausos).

Como verán, comienza a hablar del capitalismo pero, como el capitán Queeg en su discurso final ante el jurado, se vuelve un incoherente lío mental, algo que hubiera envidiado Mario Moreno. La misma confusión es reflejada en las páginas 49 y 50, cuando hace un intento de tratar el tema de la comida podrida, definiéndola como un invento mediático, así como lo que dice sobre las críticas hechas a la importación de cemento cubano, las cuales él define como “locuras”. Sin embargo, la realidad es implacable porque un país que exportaba cemento antes de la llegada de Chávez ahora importa cemento cubano.


¿Qué papel juega un recuento sobre Abril 2002 en una cuenta sobre 2010?

Uno se preguntará a cuenta de qué sale a relucir en un mensaje sobre el estado del país en 2010, un recuento sobre los días de Abril 2002, cuando el comandante-presidente salió del poder por un par de días. Sobre todo porque la versión que ofrece en la página 52 de la transcripción no menciona para nada al Plan Ávila ni su lloriqueo.


Viviendas

Después de ocho páginas más de anécdotas y temas inconexos, el comandante-presidente toca el asunto de la vivienda en las páginas 60-63. Promete construir 350.000 viviendas en los próximos dos años, una cantidad mayor a las que ha construído en los anteriores doce años (295.000). Una de las características del sociópata suele ser la astucia. Sabe que sus promesas serán olvidadas y que rara vez serán objeto de comprobación. Así ha podido prometer centenares de cosas que no ha cumplido sin que la gente, generalmente viviendo en el presente, olvida con rapidez, sobretodo cuando está bombardeada por contínuas nuevas promesas.


Otra huída por la tangente para hablar de un programa de televisión

En la página 64 se olvida que este es un mensaje de Memoria y Cuenta sobre 2010 para hablar de un programa de televisión: Doce Corazones. Esta nueva muestra de dispersión mental en el mensaje es revelador de stress psicológico agudo en el comandante-presidente. Ello es lógico en un sujeto que pretende conocerlo todo y decidirlo todo a nivel del gobierno. Será solo una cuestión de tiempo hasta que aparezca un estado de franco colapso, lo que Rómulo Betancourt llamaba un “surmenage” o lo que los venezolanos llaman corrientemente un “patatús”. De nuevo, el caso del capitán Queeg acariciando sin cesar sus bolitas de acero es un ejemplo de alguien que ya ha llegado al límite del equilibrio mental. En el caso que nos ocupa el equivalente es el uso claramente advertible de muletillas a lo: eh, eh.


La Faja del Orinoco aparece irreconocible en el mensaje

La página 68 es una muestra del desdén por la verdad que alimenta al gobierno. Allí el comandante-presidente menciona el trabajo “científico-técnico” que ha llevado a la “certificación” de inmensas reservas probadas de petróleo en la Faja del Orinoco. Lo que se ha hecho y se hace allí es un inmenso fraude, al confundir de manera deliberada recursos petrolíferos con reservas probadas, a fin de presentar a Venezuela como el país con las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo. Eso es mentira y, como geólogo petrolero, la he denunciado en otras publicaciones. De mentir sobre la Faja el comandante-presidente pasa abruptamente a hablar de las…. mujeres policías.


Ejemplo de un caótico estado mental

En la página 87 hay una fuerte señal de patatús mental cuando, hablando de Carlos Marx, de repente pasa a decir: “Qué bella está Cristina Maica, estaba cantando ahí: 'Con lo mío, mío, mío, con lo mío no se meta…'. Yo conocí a Cristina Maica, diputado Cristóbal, cuando tenía 14 años, cantó en Bravos de Apure en Maracay, y me dijo Heriberto Maluenga: 'Teniente, vea esa muchachita, va a ser una gran cantora', mírenla donde está 50 años después, y está hermosa, 50 no, 30 años después. Cristina Maica, que gran cantora es, apureña, ella es de San Fernando de Apure, hace días que no voy para San Fernando, tengo unas ganas de coger sabana, me hace falta la sabana”.

Es en momentos como estos, durante el mensaje, cuando los representantes del cuerpo diplomático se ven las caras y se sonríen compasivamente y, probablemente, hacen una nota mental para informar a sus respectivos gobiernos que la cosa está a punto de mate en Venezuela.


Una revelación muy “importante”

Entre las anécdotas de las páginas 85 a 90 destaca el anuncio de que Venezuela construirá, y cita a Ciro Peraloca, “un avión sin piloto”, algo que debe llenar de júbilo a los venezolanos quienes no encuentran leche en los abastos.


Sobre nuestra producción industrial, todavía más incoherencia en el discurso

Una buena muestra de la fantasía que satura la mente del comandante-presidente puede verse en la página 95, donde dice que la producción de autos iraníes pasará de 1.400 vehículos en 2010 a 16.000 en 2011 y en la página 96 donde dice que se están instalando 200 fábricas socialistas, aunque se cuida muy bien de decir cuáles son y dónde están. Es típico del deterioro mental del comandante-presidente que las fábricas de motobombas se mezclan, en las páginas 97 a 99 a con el sector salud, con el licopeno del tomate, las células fotovoltaicas y algo que él llama “películas comestibles” (quién sabe de qué se trata esto).


La tragedia de Guayana es pintada como un triunfo

La pagina 99 nos trae un anuncio fantástico del comandante-presidente sobre Guayana: “Se diseñó e implementó una estrategia financiera para mejorar los flujos de caja de las Empresas Básicas de Guayana, sectores hierro, acero y aluminio, el manejo del Fondo Chino-Venezolano por parte de los trabajadores. Gracias a estas medidas implementadas por el control obrero y el Plan Guayana Socialista en Sidor se pudo lograr, primero, producir 946 mil toneladas de acero líquido adicionales en comparación con lo planificado al inicio del año 2010”. Dice el comandante-presidente que el Fondo Chino-Venezolano (de miles de millones de dólares) lo están manejando los trabajadores y que, como resultado, SIDOR ha aumentado su producción.

Esto es grave por dos razones: una, porque admite la entrega de miles de millones de dólares a los trabajadores de Guayana para que manejen estos recursos, irresponsabilidad por la cual deberá dar cuenta a la nación. Y otra, porque dice que SIDOR aumentó producción cuando todo el país sabe que esta empresa está prácticamente quebrada y al mismo nivel de producción de hace 30 años.


Un tema fundamental: la arepa. Además, errores de
ortografía y un pase agachado con lo de Pudreval

La página 102 está dedicada a un tema de especial importancia estratégica para el país: la arepa. Estima el orador que una arepa con mantequilla y carne no debería valer más de siete y medio bolívares y, sin embargo, es vendida por treinta. Quién sabe cómo estima el régimen el costo de la carne, de la mantequilla, de la electricidad, de los salarios al personal, de la harina “Pan”, ya que ellos viven en un mundo subsidiado e irreal. En la página 103 hay una referencia a “enceres del hogar”, error gramatical que debe ser de la gente de Izarra, porque el comandante-presidente no comete errores de este tipo. En la página 104 se admite el subsidio a los alimentos vendidos en PDVDAL, lo cual representa una distorsión que hace imposible comparar los precios del gobierno con los precios del sector privado. Al llegar a la página 105 le entra un ataque de tos.


Otro ejemplo de tsunami mental

En la página 115 aparece un largo párrafo que es muy revelador del grado de deterioro de las facultades mentales del comandante-presidente: “Conozco mucho esa tierra, la Laguna de Santa Elena. ¿Esa no es donde está el caimán que tiene la palmera en el lomo? Esa es otra, Santa Elena, hay la Laguna del Término, diputado Cristóbal, tú conoces las dos, la del Término y la de Santa Elena. Bueno, no recuerdo el nombre de ese hato, ese hato como que era de uno de los Carmona, creo. No, el que estaba al lado. Bueno, entonces, yo me conozco toda esa sabana y conocí a toda esa gente. ¿Tú sabes con quién yo peleaba mucho?, con Marín Jaen cuando era Gobernador de Apure. Peleé no sé cuántas veces. Bueno, discutíamos pues. En Elorza discutimos una vez; una vez yo le quité la avioneta prestada y no se la devolví sino hasta el otro día, era para buscar a Reina Lucero y a Eneas Perdomo en San Juan, para las fiestas en Elorza, y aquel Gobernador bravísimo: ¿Mayor, dónde esta mi avioneta? Se quedó por allá en San Fernando. No pudo volar en la noche. Estaba bien bravo. Bueno, entonces….”

Uno debe preguntarse a quién le interesa esto. Ciertamente no a los pobres embajadores que deben tener unas ganas locas de ir al baño, tampoco al venezolano. Es este tipo de incoherencia, de logorrea, que le revela a los observadores imparciales, los no vendidos al proceso, que se encuentran frente a un ser totalmente insensible a la más elemental cortesía y a la violación de sus derechos en aras de la megalomanía. Uno se pregunta que dirían los estadounidenses si Obama se dedicara a hablar sobre su niñez en Indonesia o sus juegos de metras en Hawaii, cuando debe ir a hablar sobre el país ante el Congreso.


Reservas Probadas de 5.885 millones de barriles encontradas en un día?

En la página 116 hay una declaración absurda: “En petróleo, ya lo dije, aquí está la cifra exacta, el 24 de noviembre es un día para la historia. No hicimos nada porque estábamos sobre todo con la tragedia, los refugios, los refugiados, pero ese día en la noche me informaba el Ministro Ramírez que se incorporaron 5 mil 885 millones nuevos de reservas probadas, tú sabes, científicamente. Eso no es que por aquí hay petróleo y más allá también hay; no, científicamente”.

Parecería estar diciendo que se incorporaron “científicamente” esos 5.885 millones de barriles de “reservas probadas” en un día, el 24 de Noviembre, ya que lo llama un día para la historia. Esto es delirante. Si no es esto lo que quiere decir, entonces la cifra no tiene sentido ya que no guarda ninguna relación con los 80.000 millones de barriles de nuevas reservas “probadas” que mencionó en otras declaraciones por esos mismos días. Es esta total incoherencia, demostrativa de ignorancia y, además, de desinterés por buscar la información correcta, lo que hace del mensaje un documento deleznable y revelador de una mente caótica.


Más paja sobre la Faja

En las páginas 122 a 125 habla, de nuevo, de la Faja del Orinoco y del gas. Tiene el cinismo de decir que la faja había sido “entregada en el pasado a los extranjeros”, cuando él ha permitido a 26 empresas de países comunistas, socialistas o de regímenes autoritarios, casi todas con pobre capacidad gerencial y técnica, meterse en la región y la ha hipotecado parcialmente a China. El comandante-presidente dice que antes las regalías de la Faja eran del uno por ciento y ahora de 33 por ciento, pero olvida convenientemente decir que la regalía del uno por ciento fue diseñada para incentivar la inversión inicial de miles de millones de dólares que no se hubiera hecho sin un incentivo de esta naturaleza. Por años las empresas extranjeras privadas invirtieron alrededor de 15.000 millones de dólares en plantas de mejoramiento del crudo de la faja. Hoy en día, por cierto, el mantenimiento de estas plantas se ha perdido parcialmente, con la salida de esas empresas de la faja y el manejo incompetente de PDVSA.


Latinobarómetro: una espada de doble filo que él no parece conocer bien

En la página 138 se refiere a la encuesta de Latinobarómetro y a su buena opinión de su régimen. Pero lo que dice realmente Latinobarómetro (página 25 del informe publicado recientemente) es que el 84 por ciento de los venezolanos apoyan el concepto de democracia pero, al mismo tiempo, son los críticos más fuertes sobre el tipo de democracia que existe en su propio país (49 por ciento). También dice Latinobarómetro que, mientras en Brasil el 90 por ciento de la población apoya a su gobierno, en Venezuela ese apoyo es del 47 por ciento, por debajo del promedio latinoamericano que es del 56 por ciento. Finalmente Latinobarómetro tiene a Hugo Chávez como el líder peor visto en América Latina, junto con Fidel Castro. Nada de esto, por supuesto, es mencionado por Chávez en su mensaje. Creo que ni siquiera lo sabe porque nadie se ha atrevido a decírselo.


Índices Internacionales son una espada de doble filo

Ya casi al final de lo que él llamó su “breve resumen”, Chávez menciona algunos índices internacionales que dice que le favorecen. Pero se cuida bien de no mencionar el índice mundial de la corrupción, el índice de la competitividad global, el índice de gobernabilidad, el índice de la libertad económica, la lista de gobiernos forajidos, la lista de dictadores mundiales (donde él aparece en el lugar 11), el índice de la inflación o el índice de la violencia. En todos esos índices y listas su régimen aparece en el foso del planeta, junto con los países más atrasados o forajidos del planeta.


Un mensaje histórico

Este es un mensaje histórico, sin duda. Histórico por lo caótico, por lo fantasioso y por lo indicativo de una mente profundamente trastornada.

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[*] Link: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2011/01/mensaje-de-chavez-la-asamblea-nacional.html

El poder como enfermedad
Ángel Lombardi* / Soberania.org - 02/11/10


“En el poder y en la enfermedad”, es un libro del médico y político inglés David Owen que trata del “síndrome de hybris” palabra esta última que significa en griego algo así como “una intoxicación de poder” para referirse a aquellas personas que por su desmesura, soberbia y arrogancia se creen mejor que los demás o pretenden que están por encima de otros.

Cuando el presidente se asume y proclama como el único necesario e insustituible para gobernar este país, no hay duda que sufre de hybris y evidentemente no está solo en esta
megalomanía del poder, especialmente en el campo político cuando se asumen predestinados a un cargo. En el pasado reciente Rafael Caldera lo sufrió en demasía y de allí que en un afiche para una de sus tantas campañas presidenciales se identificara como “el mejor”, por cierto copiado de un político italiano del partido comunista Palmiro Togliatti.

La hybris es una enfermedad extendida y endémica, la sufre
el tirano del caribe Fidel Castro y cuanto dictador y líder mesiánico ande por allí. El dictador ugandés Idi Amin la sufrió hasta la excentricidad, como cuando le ofrece a Inglaterra ayuda alimentaria gobernando un país asolado por las hambrunas. Igualmente el loco de Libia, Gaddafi, o el “guerrero de Dios” Saddam Hussein, definitivamente nacidos para vergüenza y desgracia de sus pueblos. Owen, caracteriza la hybris como un desorden de la personalidad que los aísla y los incapacita para prestarle atención a otros, se aíslan y hablan en nombre del “pueblo”, la “nación” y por qué no, en su desmesura, hasta llegan a hablar de Dios, como fue el caso del sanguinario dictador Francisco Franco en España.

Esta enfermedad, locura o paranoia, se acentúa con el ejercicio del poder y de allí el daño irreparable que provocan estos enfermos que nos gobiernan. En la sociedad moderna del siglo XXI tan importante va a ser el control del poder, como evitar e inhabilitar a estos individuos. La democracia moderna y en desarrollo va a exigir de manera imperativa la despersonalización del poder y la institucionalización del mismo, en aras de una responsabilidad individual pero dentro de un concepto de equipo inteligente. Una sociedad sana no puede estar
gobernada por la insania, afortunadamente hemos avanzado lo suficiente como para establecer en todo momento la posibilidad de retirar constitucionalmente del poder a quienes, aunque tengan una legitimidad de origen, fracasen en una legitimidad de desempeños y resultados y puedan ser sometidos al control social respectivo.


Psicología del tirano
Marcos Aguinis* / La Nación (Argentina) - 31/07/08





Abordé este asunto en el programa Hora clave y recibí tantos pedidos para que lo escribiera, que cedo al reclamo. No dije nada original, porque ya lo había desarrollado en uno de mis libros. En él me baso de nuevo ahora.

Sostuve que existe un "romance secreto" con los tiranos, a quienes se llama, según las épocas, caudillos, dictadores, "mano dura", personalidad carismática o jefe autoritario. Por ejemplo, los caudillos, dueños de vidas y haciendas, eran adorados por su valentía, su crueldad, su viveza, su obstinación y hasta su generosidad caprichosa. Gobernaban como un rey, pero no como cualquier rey, sino como un tirano, según el clásico modelo que nos viene de la antigua Grecia.

Ricardo Moscone, mientras realizaba una prolija investigación para componer su exhaustiva biografía sobre Sócrates, revisó las frecuentes condenas a la tiranía que realizaban los autores de aquel tiempo. Advirtió que Sófocles quizás haya intitulado su tragedia inmortal con el nombre Edipo , a secas. Dijo que tal vez haya preferido Edipo tirano . No Edipo rey , porque la palabra "rey" sólo es pronunciada una vez, hacia el final. La palabra "tirano" es repetida siete veces.

Freud se inspiró en esa tragedia para identificar el conflicto nuclear de la neurosis, debido al incesto que Edipo comete con su madre y por haber asesinado a su padre. En la Europa victoriana, cuando el psicoanálisis realizaba sus primeros avances, era decisivo poner el acento en estos puntos. Pero quedaban en la sombra otros, de gran riqueza. El complejo de Edipo, centrado en esos dos aspectos, adquirió un enorme desarrollo teórico; no así, en cambio, otro elemento básico: la tiranía, que esa obra expone de un modo magistral.

El desarrollo del argumento se adelanta a la técnica de las novelas policiales, porque desde el comienzo presenta un enigma por resolver: la causa de la peste que asolaba a Tebas. La peste no eran ratas o piojos o culebras venenosas. La peste innominada, en realidad, eran la tiranía y sus manejos. Edipo es un tirano que reúne en su personalidad y conducta todas las lacras.
Desconoce la jerarquía y dignidad del prójimo debido a su narcisismo. Tiene tanto odio que enajena antiguos vínculos y hasta lazos de sangre. No ama ni le alcanza lo mucho que ya tiene. Lo asaltan accesos de furia. Grita fuerte e insulta, grosero. Su cabeza está nublada por una incesante paranoia, que no le da reposo. Es incapaz de escuchar los buenos consejos cuando se oponen a sus deseos o puntos de vista y considera enemigos detestables a quienes los formulan. No soporta ninguna derrota. No admite errores. Su superyó es destructivo, por lo cual es impotente para comprender al otro que, si no se doblega, lo acusa de enemigo. Le hierve el anhelo de venganza contra quienes considera un obstáculo para sus ambiciones, aunque antes lo hayan servido como súbditos obedientes.

La obra también revela que una tiranía puede instalarse por decisión popular. Edipo es elegido por los ciudadanos de Tebas. En este aspecto, no podemos sino redoblar nuestra admiración por Sófocles, que hace 2500 años nos advertía que los tiranos pueden acceder al poder con aplausos y felicidad comunitaria. Hitler fue elegido. Chávez fue elegido. Eso no garantiza que una vez en el trono, mantengan la ley y merezcan ser alabados como demócratas. No alcanza la elección:
es determinante cómo se procede después. Si después corrompen las instituciones, persiguen a los que piensan diferente, generan confrontaciones para justificar los desquites y realizan una apropiación indebida del patrimonio ajeno, la presunta democracia pasa a ser una tiranía.

El retumbante coro de la tragedia Edipo tirano exige conservar las leyes. Porque son las leyes lo primero que profana el tirano, esa singular peste de la sociedad. Después el coro señala que la intemperancia engendra a los tiranos y que, si llegan muy arriba, se despeñan, con dolorosas consecuencias para todos.










En Grecia, el vocablo tyrannos se aplicaba a dioses y hombres. Se refería al poder absoluto y arbitrario que no respetaba la ley, cuyas normas debían flotar por encima de ellos mismos. Es un tyrannos quien adopta medidas despóticas que incluyen la fuerza: castiga, destituye, descalifica, persigue, destierra y hasta mata. El tyrannos es violento. Es rencoroso. Prefiere permanecer ensimismado, encerrado, sólo accesible a los aduladores, para sostener su mundo ilusorio, autista. Ignora la piedad y el perdón, que considera signos de peligrosa debilidad o derrota. Jamás se pone en el lugar del prójimo, al que, en general, desprecia cuando no le sirve. Considera que merece que todo le pertenezca. Por eso se dedica a confiscar los bienes ajenos. Y no lo frena el pudor al mentir, en especial cuando asegura que ayuda a los pobres y débiles. Pero los pobres siguen siendo pobres, para constituir su ejército ciego, ignorante, que lo apoya para continuar atornillado en el poder. Dice que gobierna para todos, pero es mentira, porque margina sin clemencia a quienes no bajan la cabeza ante él ni doblan la rodilla. Le fallan las percepciones debido a la omnipotencia de su mente inmadura. Su soberbia requiere una reiterada convalidación por parte de los aduladores, que deben servirle halagos como si fuesen el pan de cada día. Es un negador tenaz de la realidad, a la que le impide que llegue a su retina. Por eso, Edipo termina arrancándose los ojos: ojos que se negaron a ver.

Es notable que, cuando ya había perdido su cetro y, pese a semejante debacle quería seguir mandando, su sucesor, el tirano Creonte, le reprochó: "No quieras mandar en todo, Edipo, cuando incluso aquello en que triunfaste no te ha dado provecho en la vida".

Según Plutarco, uno de los famosos sabios de Grecia, llamado Bías de Priene, cuando fue interrogado sobre los animales salvajes, contestó de esta forma: "De los animales salvajes, el más feroz es el tirano, y de los animales domésticos, el más peligroso es el adulador". Podemos agregar que ambos se complementan y nutren bebiéndose la misma sangre.

En la Argentina hemos disfrutado puestas escénicas inolvidables de la tragedia de Sófocles. El psicoanálisis ha cepillado hasta la raíz, ida y vuelta, el complejo de Edipo. No obstante, el tirano que los griegos clásicos nos aconsejaban mantener lejos, como un mal endémico, sigue vigente en el querer secreto de la sociedad. Por eso los elegimos, por eso no les ponemos límites o incluso negamos que tengan rasgos ominosos. No denunciamos con fuerza sus defectos, sus vicios y abusos, sino que tendemos a racionalizarlos, a menudo por miedo o intereses egoístas. Franjas importantes -por motivos espurios, a veces; por obnubilación emotiva, otras- tienden a seguir confiando en que cumplirán sus promesas de brindarnos un país mejor y superarán el retroceso que padecemos en casi todos los órdenes. Dicen que son ellos quienes combatirán el dragón que nos chupa la riqueza, nos hace trampas, nos devasta. Sus promesas son altisonantes y aseguran reivindicaciones, ecuanimidad, progreso; aseguran ser lo mejor de la historia. Pero el progreso se reduce a
engordar sus propios bolsillos y los del círculo de amigos incondicionales (que tienen la etiqueta de ese animal doméstico y dañino llamado adulador).



Los tiranos, una vez encaramados, sobre el paño verde de la ruleta nacional, barren como un crupier todas las fichas al alcance de su rastrillo. Se ocupan, desde el alba de su gestión, en destruir los controles y los frenos que puedan bloquear sus propósitos. Algunos son más prudentes y disimulados; otros se envalentonan hasta la náusea. No consideran que la corrupción sea inmoral si lleva agua a su molino. La corrupción, en sus manos, es una herramienta adicional para mantener puesta una soga en el cuello de los cómplices: así no hablan ni se sublevan. El tirano
puede ser todo lo maligno que se quiera, pero no es tonto.

Sus efectos deletéreos no se limitan a la gestión, sino a la degenerada ejemplaridad que inyectan en sus familiares, seguidores y el resto de los habitantes. Eduardo Fidanza me recordó un pasaje del libro Masa y poder , de Elías Canetti, donde titila este caso impresionante: "Cuando en la corte de Uganda reía el rey, reían todos; cuando estornudaba, estornudaban todos; cuando tenía un enfriamiento, todos aseguraban tenerlo; si se cortaba el pelo, todos se hacían cortar el pelo". Pero esa ejemplaridad producía consecuencias graves, porque implicaba coacción: "Que él estornude significa: ¡estornudad! Que se caiga del caballo: ¡caed!" Todo apuntaba a reforzar su dominio. Sus gestos y expresiones debían ser celebrados con aplausos y también se debía alentar su repetición. "Pocos logran sustraerse de la obligación que emana de mil manos aplaudiendo", enfatiza Canetti.

El premio Nobel va más lejos aún, cuando indica que el ámbito donde sucede lo que ha descrito se llama corte. Por eso "hacer la corte" y "adular" son sinónimos. La corte está infectada de subordinación y servilismo. "Cortesano" es una persona obsequiosa con su superior, un vasallo. ¡Cómo abundan!

Y aquí cierro el artículo. Cualquier semejanza con nuestra realidad nacional no es pura coincidencia, sino que queda a criterio del lector.


La razón sometida al ego
Eleuteria Uhuru* / Soberania.org - 06/08/08


Los símiles de Bush y Chávez

Desde el año 2000 hemos sido testigos de una larga lista de choques en la política de micrófono y ásperas relaciones entre Washington y Caracas, dado que los jefe de ejecutivos parecen estar en caminos opuestos en su visión del mundo.

Lejos de pretender exaltar a alguno o menospreciar la personalidad del otro, algo a lo que ya nos han acostumbrado sus incondicionales seguidores o detractores, un análisis de su conducta revela que, en realidad, tenemos frente a nosotros a dos personajes que en apariencia tienen una muy diferente visión del mundo, pero exponen importantes semejanzas en la forma que pretenden su materialización o defensa.

Les comparto el resultado de lectura y meditación a la sombra del silencio, y haciendo uso de la razón, producto que pareciera en peligro de extinción en este tiempo. Ambos presidentes, Bush y Chávez, parecieran estar encaminando a sus naciones presididas al borde de la sin razón para alimentar su ego de autoproclamados Mesías. La física nos recuerda que los polos semejantes de repelen, y ese principio parece ser justo la clave de la incompatibilidad de estos dos mandatarios.

Animo a llegar al final de las líneas, pero estoy persuadida que la sin razón no permitirá a algunos semejante desafío, demostrando que, efectivamente, estamos viviendo el tiempo en que la razón colectiva está sometida al ego de los particulares.


Mal guerrero en traje militar

Bush predica la guerra como medio necesario para vencer al “terrorismo”, y se vistió como militar dramatizando al guerrero vencedor para decir a sus conciudadanos que “la misión [en Irak] ha sido cumplida” pero en la seguridad de un portaviones muy cerca de la costa Californiana. Desde el 2001 ha puesto a Estados Unidos en una situación de estado de guerra perpetua, y hasta la fecha son casi 600.000 millones de dólares solo en el costo directo de su invasión a Irak. Ha prometido seguir en aquella nación hasta “reconstruirla” y asume que “están con él o contra él”. Cuando teme que el ciudadano pueda olvidar el terror del 11-09 atiza el fuego repitiendo la palabra “terror” cientos de veces en sus discursos para retomar el discurso guerrerista.









Chávez predica la necesidad de prepararnos para la guerra como medio para evitar una inminente invasión del imperio. Decenas de miles de millones de dólares en compra de aviones de combate y sistemas de detección de naves invasoras a la soberanía. Con frecuencia se repiten las imágenes del 11-04 y el bombardeo de 1973 contra Allende en Chile, para al final mostrar un panel de expertos que repiten la frase del presidente “aquella fue una revolución desarmada, esta es una revolución armada”. El presidente procura convencer a sus conciudadanos que la IV flota norteamericana cruzará aguas internacionales para invadirnos, o repetirá un estado de sitio como el de la flota inglesa en tiempos de Cipriano Castro. Sin embargo, Chávez fracasó como militar en su intento de golpe de 1992, y no pudo evitar ser sacado del poder en el 2002 aunque al momento de entregarse sin hacer un solo tiro llevaba su uniforme militar.

Ambos mandatarios aprovechan el uso de uniforme militar, especialmente en momentos en que situaciones internas ponen en entredicho su capacidad de respuesta a presiones internas o externas. Ambos han logrado convencer a sus seguidores de la existencia de un enemigo externo y aprovechado el miedo colectivo por la aparente fragilidad de la seguridad en el entorno cercano. Bush ha sacado partido al 11-09 para hacer su guerra contra el terror y Chávez ha hecho lo propio con el 11-04 para promover la suya contra el imperio capitalista. Ambos han sido sordos a la voz de la razón que indicaba al primero que Irak no era una amenaza a Estados Unidos, y al segundo que no vendrían tropas gringas a bombardear a Venezuela para tomar Miraflores. En ambos casos la razón ha quedado bajo el yugo del ego de estos presidentes, quienes en lugar de tomar el camino de superar los miedos a través de los valores éticos de sus seguidores, han alimentado esos miedos para justificar su ego y usufructo del poder.

La individualidad es más proclive a la guerra que el colectivo, pero tanto Bush como Chávez han convencido a muchos de sus electores que “el camino a la paz pasa por la guerra”, uno para atacar a un enemigo y el otro para protegerse de un invasor. Ninguno ha mostrado dotes de buen guerrero, pero ambos han hecho uso del uniforme militar como publicidad para convencer a la “masa” que tienen el poder para resolver sus problemas. Imagen Mesiánica para la masa.


Tiranía y Controles legislativos

Bush ha demostrado que detesta cualquier intento de control legislativo a su gestión. La red de poder e intereses que ha forjado es tal que, el Senado está, en materia legislativa, de rodillas ante Bush y su entorno corporativo. Son muchos los proyectos de ley, en materia de contraloría al ejecutivo, que han quedado en el papel, pues la presión del jefe de Estado a través de la red de patrocinadores de candidatos a posiciones en el senado y tribunales dificulta que cualquiera de esos proyectos sea probado. Es preocupante que Bush ha recibido un poder casi ilimitado de parte del poder legislativo. El nuevo marco de la ley de defensa faculta al presidente para que, por ejemplo, ordene detener a un ciudadano y privarle de cualquier contacto con cualquier persona sin necesitar justificar semejante violación de derechos humanos. Esto ocurre en el país que flamea su estatua de la “libertad”.

Chávez desdeña cualquier intento de control sobre sus decisiones, y en su multiplicidad de alocuciones hasta se ha dado el gusto de coaccionar a la asamblea nacional (AN), como cuando les regañó ante las cámaras de TV, recordándoles que cada semana sin aprobarle “su propuesta” tenía cierto costo para “la nación” por el pago a la ganancia súbita en el precio del barril. Aunque indignante lo que se ha hecho un hábito, la AN le otorgó una casi omnipotencia a Chávez con la ley habilitante. El poder legislativo se puso bajo la orden, por no decir de rodillas, ante el presidente, de modo que el poder encargado de limitar al del presidente lo que hizo fue darle la llave del poder. Solo en el día en que expiró la habilitante (31-07-08) el presidente aprobó 26 leyes nuevas, cuyo contenido aun es prácticamente desconocido incluso por juristas y miembros del tribunal supremo de justicia. La inhabilitación de candidatos a gobernaciones y alcaldías, por parte del Contralor de la nación, sin pasar por manos del fiscal, es una entre tantas violaciones de procedimientos legales que han sido denunciadas. Sin embargo, ya el presidente Chávez le dio su apoyo al Contralor y... ¿Alguien se atreverá a contradecirle?

Ambos presidentes pretenden mermar y extirpar la separación de poderes, estableciendo un sistema en el que el poder unificado esté al servicio de una ideología restringida que sirve a un restringido conjunto de intereses. La pregunta de fondo es: ¿Qué ocurre cuando no existen controles al poder y cuando quienes lo ostentan
perciben que no tienen que dar cuentas a nadie? La historia lo demuestra: Errores, abusos, chantajes, debilitamiento del concepto de responsabilidad en el colectivo, proliferación de la incompetencia, menosprecio a la capacidad y al razonamiento, mientras la honradez es echada al olvido. Esto es lo que están haciendo ambos presidentes y están sufriendo ambas naciones.

Maquiavelo señaló que “un príncipe que haga valer su autoridad se sentirá obligado a no ser bueno” y agrega que “sus seguidores deberán adaptarse a su humor y satisfacerlo, en cuyo caso la conducta virtuosa solo conseguirá meternos en problemas”. Por su parte James Madison escribió sobre el poder: “la acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, sea de una persona, de pocas o muchas, y sea de modo hereditario, autoproclamado o electivo, puede presentarse como la propia definición de la tiranía”. Nos encontramos frente a dos amantes del poder que disfrutan
concentrándolos en torno a sí mismos, y rehúsan cederlo o compartirlo, por lo que su ego prevalece sobre la razón del colectivo. Tiranía legalizada.


Seguridad a cambio de Libertades

Bush y su equipo asesor lograron crear la paranoia colectiva del miedo a los atentados terroristas, y a cambio de proteger a sus conciudadanos les pide que renuncien a algunas libertades. Durante la fase inicial de invadir Irak un ciudadano entró a un centro comercial en Estados Unidos con una franela que tenía escrito “no a la guerra en Irak”. Fue detenido por la policía, interrogado y aparentemente hasta fichado. En los años 70 habría ocurrido una estampida de protestas contra semejante arbitrariedad, pero el miedo pudo más que la solidaridad con quien pretendió ejercer su “libertad de expresarse”. Para asegurarse el control de lo que se dice o no se dice al respecto en los medios de comunicación, Bush colocó al hijo de Collin Powell frente al ente responsable de la censura, eso sin contar la gran cantidad de medios propiedad de acólitos al presidente y las enormes presiones a que se somete a quienes tengan una opinión crítica al gobierno. Periodistas e investigadores que presenten críticas mordaces a la multiplicidad de barbaridades que el gobierno de Bush ha puesto en marcha en materia bélica, como Abu Ghraib y otras, es inmediatamente señalado como anti-nacionalista, comunista o amigo de Al-Qaeda.









Chávez logró convencer a sus seguidores que se justificaba cerrar un canal de TV en aras de la “paz” del país ante los ataques “mediáticos”. Su poder de persuasión fue suficiente para cerrar un canal de TV en Venezuela (RCTV) aprovechando la oportunidad que le dio el vencimiento de la concesión. No obstante el peligro para la libertad que se oculta tras semejante medida, se ejecutó la medida y se desestimaron las críticas al respecto. Se ordenó a un ministro que no renovara la concesión y “bum” desapareció un canal. Otros canales podrán tienen similar calidad (debería decir falta de calidad) a la de RCTV, pero permanecen al aire no porque traigan calidad de programación sino porque sus dueños llegaron a un acuerdo “amistoso” con Chávez. Con el cierre el ejecutivo lanzó una señal clara al resto de las televisoras. Por su parte, varios periodistas se han visto acusados de difamar la majestad de personeros o socios del ejecutivo, en especial los que denuncian supuestas corrupciones y malas praxis en el gobierno nacional. El gobierno les acusa de vende-patria, amigos del imperio o capitalistas.

Tanto Bush como Chávez le proponen a sus conciudadanos la tradicional jerga del miedo: renuncia a algunas de tus libertades y yo te protegeré del enemigo. Ambos presidentes esperan que el temor a un nuevo ataque terrorista o de un golpe de Estado convenza a sus conciudadanos que se deben deshacer de algunas “libertades menores” a cambio de una “seguridad mayor”. Ambos presidentes estimulan el escarnio público para quienes les adversan. Control sobre la información y eliminación del pensamiento crítico.


Amiguismo y Corrupciones

Bush combina una dupla de antivalores que son peligrosos a la dignidad, a la ética y al interés colectivo: i) es incapaz de reconocer sus errores y, ii) protege a sus “amigos” en el gobierno evitando que respondan por sus responsabilidades. Cuando algún funcionario cercano al presidente ha sido señalado de corrupción o mala práctica administrativa, ambas fallas tipificadas en la ley como delitos y con diferentes penas asociadas, el presidente ha saltado a la palestra para defenderles y, en el mejor de los casos, apenas se ha pedido o aceptado la renuncia cuando la violación cometida era gigantesca como la de Rumsfeld en el caso de la invasión a Irak, o la de P. Cooney en el caso del plagio del informe sobre calentamiento global enviado a la Casa Blanca. Parece que la única condición para que alguien caiga del poder es que ose contradecir a Bush y no su falta de responsabilidad ante la nación. Para Bush sus amigos son quienes hacen lo que él les pide aunque viole la ley, y por ende les protege por encima de aquella. ¿Su enemigo? Todo quien le contradice.

Chávez dirige al grupo de ministros y gobernadores sobre los que pesa la mayor suma de denuncias de corrupción, incapacidad, y violaciones la ley de salvaguarda que algún presidente haya tenido. Sin embargo, sólo dos casos aislados han sido reconocidos públicamente como errores, y ambos tienen que ver con el ministerio de información, y ni siquiera la renuncia del ministro fue aceptada. El ministro petrolero hasta amenazó en público a sus empleados con “carajasos”, y lejos de ser reemplazado y abrirle expediente por coacción, el presidente Chávez le dijo que les diera 100 carajasos más a sus empleados. Sistemáticamente, cada vez que alguna denuncia es hecha y alguna investigación solicitada contra alguno de los acólitos al presidente, la solidaridad de éste es automática y contundente. El manejo de CADIVI con el supuesto cobro de comisiones para otorgamiento de divisas, las mafias manuales y electrónicas de la ONIDEX para entregas de pasaportes, el manejo de finanzas de algunas misiones, el Banco Central paralelo, y pare de contar. En cada alocución presidencial se aplaude la gestión de los acusados, al punto que ya ha calado la idea que los allegados al presidente son “indenunciables”, y que no importa investigar la veracidad de las denuncias pues nadie responde por sus actos. Parece que la única forma que alguien salga del gabinete es que contradiga al presidente. Para Chávez sus amigos son quienes hacen lo que él les pide aunque viole la ley, y por ende les protege por encima de aquella. ¿Su enemigo? Todo quien le cree alguna incomodidad, aunque sea solo un camarógrafo de TV en su propio programa y al aire.

Ambos presidentes han desoído voces que advierten sobre la
corrupción de sus amigos y familiares, ambos se abrazan a aquellos por encima del interés colectivo, ambos rehúsan aceptar la posibilidad de reconocer sus propios errores o de sus allegados, ambos han creado en el alma de sus conciudadanos la idea de que lo único que se necesita para ser honorable es estar cerca del poder o ser amigo de sus representantes. En su entorno cada presidente es rodeado por quienes sólo dicen lo que ellos aceptan o desean escuchar, fortaleciendo su ego y pisoteando el uso de la razón. Primero los amigos, luego la nación.


Invasión a la privacidad








Bush es el presidente de la nación que más predica el respeto a la propiedad privada y a al derecho a la privacidad. Sin embargo, el poder que ha venido recibiendo desde el 2001 ha desembocado en el lado opuesto. En este tiempo el presidente puede ordenar intervenir el teléfono, correo electrónico o normal, entrada al hogar de cualquier ciudadano, detenerle, aislarle, y torturarle, sin seguir proceso alguno, sin orden de un juez, y sin tener que justificar o responder por tal procedimiento. Por otro lado, más de un millón de familias han perdido sus casas como resultado de la crisis económica que ha seguido a la guerra en Irak. De modo que a cambio de una protección que no necesitaban, muchos norteamericanos han cedido su derecho a disfrutar una vivienda digna y han perdido su derecho a la privacidad.

Chávez predica su respeto al derecho del disfrute de la privacidad de los ciudadanos. Sin embargo, no pocas veces hemos escuchado en la TV conversaciones telefónicas entre opositores al gobierno que fueron hechas sin la debida autorización de un juez, sino siguiendo órdenes “superiores” emitidas desde el ejecutivo. Incluso esas conversaciones privadas son presentadas como asunto de risa, o un éxito del gobierno, en programas en TV y con el visto bueno del presidente que hasta hace referencias a estas flagrantes violaciones de la ley.

Ambos presidentes utilizan los recursos de la nación para investigar ilegalmente a sus propios ciudadanos, que la mayor parte del tiempo son inocentes de cargos criminales. Incluso si se tratase de delincuentes es un error el incumplimiento del proceso legal, pues si para combatir al delito el Estado se convierte en delincuente, se pierde la ética en la nación y los funcionarios se envilecen en el uso del poder, dejamos de actuar en defensa de lo que decimos defender y nos unimos a los que decimos atacar. Irrespeto por la privacidad de los conciudadanos.


Seguridad lejana, desastre en casa

Bush conoció de antemano las dimensiones y repercusiones del desastre que el huracán Kathrina llevaría a New Orleans. Lo supo con suficiente tiempo para activar planes que hubiesen salvado miles de vidas, pero nada hizo. También conoció de antemano información que habría permitido evitar los ataques del 11-09 por informes procedentes de FBI y la CIA. Pero nada hizo. En cambio, continua empeñado en llevar “seguridad” y “libertad” a Irak y Afganistán mientras las voces del mundo le dicen que salga de allí, y sus ciudadanos pierden por miles sus empleos, por millones ven disminuida su seguridad social y hasta pierden sus viviendas en su propia nación.

Chávez ha enviado miles de millones de dólares a otras naciones para ayudarles a mejorar sus condiciones de vida, y ha invertido enormes recursos financieros a compra equipamiento militar para proteger la “soberanía”. Mientras tanto, el crimen en Venezuela presenta cifras que muchas veces superan las muertes en Irak. Algunas estadísticas señalan que las probabilidades de ser víctima del hampa en una calle de Caracas o Maracaibo, son mayores que las de ser herido en Bagdad vestido con uniforme militar norteamericano.

Ambos presidentes predican la necesidad de mejorar al mundo lejano, del otro lado de la frontera, pero dentro de sus límites los problemas de seguridad llegan a niveles de desborde. Desafortunadamente, el deseo de proyectar el ego tan lejos como sea posible somete a la razón y no escucha su cercana voz de prudencia. Distracción de problemas locales con problemas lejanos.


Seguridad lejana, desastre en casa

Bush conoció de antemano las dimensiones y repercusiones del desastre que el huracán Kathrina llevaría a New Orleans. Lo supo con suficiente tiempo para activar planes que hubiesen salvado miles de vidas, pero nada hizo. También conoció de antemano información que habría permitido evitar los ataques del 11-09 por informes procedentes de FBI y la CIA. Pero nada hizo. En cambio, continua empeñado en llevar “seguridad” y “libertad” a Irak y Afganistán mientras las voces del mundo le dicen que salga de allí, y sus ciudadanos pierden por miles sus empleos, por millones ven disminuida su seguridad social y hasta pierden sus viviendas en su propia nación.

Chávez ha enviado miles de millones de dólares a otras naciones para ayudarles a mejorar sus condiciones de vida, y ha invertido enormes recursos financieros a compra equipamiento militar para proteger la “soberanía”. Mientras tanto, el crimen en Venezuela presenta cifras que muchas veces superan las muertes en Irak. Algunas estadísticas señalan que las probabilidades de ser víctima del hampa en una calle de Caracas o Maracaibo, son mayores que las de ser herido en Bagdad vestido con uniforme militar norteamericano.









Conclusión

¿Existe un duelo Bush contra Chávez? Los símiles parecen mostrar que, en realidad, la causa del constante choque entre estos mandatarios no se encuentra en sus diferencias sino en sus similitudes, cuyas columnas centrales son la megalomanía, el culto a la persona del presidente, el menosprecio al uso de la razón, y el predominio de su ego. Alguien escribió que tal tipo de conducta es propia de “los Maquiavelos de los pueblos”. Pareciera más un dueto que un duelo lo que existe entre ambos dignatarios.

El asunto no es de enfrentar la derecha contra la izquierda, o al capitalista contra el comunista, sino confrontar lo que está mal con lo que está bien. Dos elementos están en peligro inminente: la razón y el imperio de la ley. Ambos son perseguidos y sometidos al yugo del ego por dos actores que, aunque en apariencia defienden dos lados diferentes de la visión mundial, someten la razón colectiva a su ego pasa saciar su sed de poder.

Chávez es un "narcisista" y "paranoico"
Daniel Herrera Lussich* / El País (Uruguay) - 01/08/08

Informe psicológico de un destacado profesional







Jerrold M. Post hizo profundos estudios sobre las personalidades de Saddam Hussein, Osama Bin Laden, Nikita Krushev, Fidel Castro y otras figuras mundiales consideradas "enemigos de los Estados Unidos". Ahora le tocó a Hugo Chávez.

Este psiquiatra de 70 años acaba de publicitar un completo informe de 62 páginas sobre el perfil psicológico del presidente de Venezuela. La suya fue una tarea de carácter oficial que se le encomendó como fundador del Centro para el Análisis de la Personalidad y el comportamiento político, oficina dependiente de la CIA.

Post, encargado de "desmenuzar la figura de Chávez para el gobierno de George W. Bush", es también un conocido y respetado director del Programa de Psicología de la Universidad George Washington. Para Post los "líderes más peligrosos del mundo en general no pueden ocultar sus facetas
narcisistas y malignas", exhibiendo como principales, entre otros ejemplos, al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, al dictador Kim Jong II, de Corea del Norte, y -ya entrando en un terreno histórico- el ex canciller alemán Adolf Hitler.

En este trabajo de reciente difusión, el doctor Post es categórico en su afirmación de que "Chávez desdobla su personalidad hasta parecer loco,
pero no es idiota, razón que obliga a tener especial cuidado a aquellos que deben lidiar con él".

Post sacó entre las conclusión de sus estudios sobre la personalidad del mandatario venezolano, que "es un
narcisista consumado, que cultiva una autoimagen de proporciones mesiánicas y exhibe tendencias paranoicas". El psiquiatra se adelanta a toda especulación, cuando deja bien en claro que Chávez al mismo tiempo es un virtuoso manipulador político, con el don de una habilidad maquiavélica.

Para Post el presidente Chávez "es un jugador magistral que, convencido de que se ha convertido en una suerte de 'Salvador' para su patria, está preparado para hacer todo lo que sea necesario
para perpetuarse en el poder. Es un hombre altamente inteligente que, a pesar de su retórica inflamatoria, está en gran parte sintonizado con una realidad política de su país y Latinoamérica".

El psiquiatra afirma que "hay sobrados motivos para sostener que Chávez intentará, de manera acelerada, el camino de
su modelo Fidel Castro, a medida que busca consolidarse y coincidentemente se autodesigna como su sucesor".

Un hecho que Post señala en su estudio, que provoca seria preocupación en la Casa Blanca, radica en la información del Departamento de Energía de los Estados Unidos que estima que el gobierno de Venezuela controla 1,3 trillones de barriles de petróleo, "más que todas las reservas de petróleo declaradas por el resto del mundo".

Jerrold Post en estos momentos trabaja activamente en otro libro "La mente del terrorista" sobre diferentes tipos de grupos extremistas y las formas que utilizan para atraer a sus adeptos. Para ello, el especialista se trasladó a Medio Oriente y en las cárceles entrevistó a 35 personas acusadas de terrorismo, concluyendo que son bastante normales psicológicamente, pero idolatran a quienes llaman

"mártires sagrados", definición que usan para definir a los "kamikazes".(Publicado el 17 de julio de 2007)

Croupiers y revolucionarios
Álvaro Benavides La Grecca* / El Universal (Venezuela) - 15/05/08


Ha construido su engañoso tinglado con esa jugosa chequera

Los espejos del palacio presidencial, o los que haya en cualquiera otra que sea su morada, con seguridad le son insuficientes para contemplarse con embeleso, para observarse en cada uno de sus movimientos, para enamorarse de sus gestos, de sus miradas, de todos los cuales emergen las gruesas costuras de su narcisismo desbocado.

El problema de ese narcisismo no es que él lo tenga y que lo sufran sus menguadas intimidades. Allá ellos. El problema es que el narcisista tiene poder en exceso para tomar medidas y dictar decretos que han destruido y siguen destruyendo el patrimonio físico y espiritual de los venezolanos y que, mucho más grave aún, ya hipotecaron su futuro.














El narcisista toma esas medidas, dicta esos decretos y gasta los millones de la moneda imperial para verse en fotos, en periódicos, en vallas. En todos lados. Aquí además usa las estaciones de radio y televisión que con trampas y componendas comanda su gobierno y abusa de todas las demás, que encadena a discreción porque necesita exhibirse. Quiere estar en todas partes. Una de sus mayores pesadillas es el logro de la omnipresencia, que lo tiene loco.

Los casinos y su personal, los croupiers, están allí para saciar las ansias de apuestas del jugador. Esta revolución y sus empleados, los revolucionarios, fueron inventados por el narcisista para alimentar su hambre de figuración. Tal como ocurre con el jugador, este narcisista lo empeña todo. Nada importan las consecuencias de sus actos. Lo que mueve al uno es el envite. Al otro, la cámara de televisión, el micrófono, la escena y las luces, ubicado él siempre en el centro para que lo vean.

Como muy pocos jugadores, y como no muchos de los otros, el narcisista de este cuento puede hacer todo lo que quiere gracias a la chequera con fondos ilimitados que nutre Pdvsa y que maneja a mano suelta, sin escrúpulos, para comprarse audiencias y adulancias.

Ha construido su engañoso tinglado con esa jugosa chequera y con el habilidoso manejo estudiado de sus recursos personales para la comunicación. Después de tantos años de tanto verse, de tanto oírse, de tanto que tantos le han dicho, ha llegado a admirarse. Se menciona, se cita, se refiere a él en tercera persona: "... y allí estaba Chávez... ", dice como quien describe a los dioses. Eleva la voz, que convierte en trueno para sembrar miedos; hace silencio para dramatizar y esperar loas; asume su clásico tonito de perdonavidas (quizá su preferido): "... te lo voy a decir una vez más, Uribe... "; e intenta que su mirada y su expresión facial transmitan clemencia, reflexión, sabiduría.

Hay muchos vividores locales de este narcisista con chequera, pero están también sus muchos mantenidos internacionales. Se ve claro, sin embargo, que no todos valen lo mismo: a Fidel, él mismo le lleva la quincena, mientras que Evo tiene que venir al norte para buscarla. Son las cosas de los imperios.

"mártires sagrados", definición que usan para definir a los "kamikazes". (Publicado el 17 de julio de 2007)

Enfermos "sanos"
Luis José Uzcátegui* / El Universal (Venezuela) - 15/05/08

Utilizan las paradojas como conceptos falazmente razonables y simples







Hay un crimen bestial, atroz que tiene al mundo aturdido. Un padre en un pueblo de Austria, durante 24 años mantuvo encerrada en un sótano bajo la casa familiar a su hija, a quien violó constantemente y con quien tuvo siete hijos, uno de los cuales incineró en un horno.

Este individuo ante la sociedad se presentaba como un ciudadano digno, familiar y moralista. Algo típico en los seres que padecen el trastorno antisocial de la personalidad. Quienes se venden con cara de justos, dignos, buena gente, éticos y amorosos. Una jugada cruel de sus cerebros los convierte en atrocidades sociales capaces de hacer un daño brutal, disfrazados de padre amantísimo, líder de los nuevos tiempos, ministro del amor o populista de moda.


Esta careta de salud mental se la ponen con total naturalidad y sucede algo similar a lo que describió el genial escritor inglés Chesterton, conocido como el "príncipe de las paradojas". "El auténtico aventurero no es quien da la vuelta al mundo, sino el que es capaz de saltar por encima del muro del jardín de su vecino. Y una vez saltado, entablar una relación".


Son mentes enfermas con el "virus" de la paradoja. Viven de declaraciones retóricas en apariencia verdaderas que conllevan a una autocontradicción lógica o a una situación que contradice el sentido común. Utilizan las paradojas como conceptos falazmente razonables y simples. Lo que en lenguaje coloquial significa "engañar al más pintado", incluyendo a los seres cercanos. ¡Nunca a los queridos pues en realidad no quieren a nadie!


Y si se pretende hacer un corto test para detectar quién está enfermo de la personalidad es muy fácil. Observe los mensajes y notará que entre los temas recurrentes, en sus paradojas se encuentra la autorreferencia directa e indirecta, la infinitud, definiciones circulares y confusión de niveles de razonamiento. O dicho de forma más sencilla, póngase "mosca" y notará que son individuos que
hablan sin parar, de todo saben, en todo tienen experiencias, inventan méritos intelectuales y culturales que no tienen, son altamente mentirosos y se enfurecen si los contradicen. Y dado que funcionan con un cerebro cargado de paradojas no ven la realidad que todo un pueblo ve. ¡La paradoja de actuar y ser enfermos de la personalidad y creerse sanos!

[*] Web: www.gerenciaemocional.com


Los sociópatas siempre temen que los maten
Gloria Majella Bastidas* / Soberania.org - 19/02/08


Franzel Delgado Sénior recuerda que las estadísticas universales demuestran que la mayoría de las personalidades sociopáticas, en cuya clasificación incluye al presidente Chávez, tienen un final trágico. El psiquiatra cree que el mandatario está biológica e irrevocablemente diseñado para el conflicto. "Pretender que cambie es como esperar que sus ojos pasen de marrones a azules".


El poder relajante de la música se siente de entrada en el consultorio de Franzel Delgado Sénior. Mientras el médico se instala en su sillón para analizar la controversial personalidad del Presidente Chávez, se oyen, en el fondo, unos sutiles cantos hindúes que se repiten infinitamente. "Yo no tengo ningún interés en descalificar a nadie. Simplemente creo que, sin el aporte de la psiquiatría, no va a ser posible comprender el escenario tan complejo en el que ha entrado Venezuela.".

Delgado Sénior fue presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, Premio Nacional de Psiquiatría, tiene master en psicoterapia en las universidades de Londres y California y ha dedicado toda su vida al ejercicio de la psiquiatría clínica.

Después de la primera pregunta, el especialista pasa del sereno estado alfa al atento estado beta.

-La tesis del magnicidio es recurrente en el presidente Chávez. ¿Tiene alguna explicación psicológica el hecho de que el mandatario apele a esta constante en su discurso?

-El Presidente tiene, como todo ser humano, una configuración de la personalidad. Ese proceso que nutre la construcción de la personalidad cierra, en promedio, a los 21 años en todas las personas. Y, después de los 21 años, no es modificable. Cuando las cargas de la personalidad están bien repartidas, podemos hablar de una personalidad normal. Pero cuando ese proceso de estructuración se produce de manera inadecuada y cierra con cargas desproporcionadas (muchas cargas de un tipo y pocas de otra), entonces la personalidad se configura patológicamente. Y esa configuración patológica es vitalicia.

-¿Hay alguna configuración patológica en el caso del jefe de Estado?

-Existen características muy claras que permiten, sin mayor dificultad, plantearse una estructura de personalidad de tipo sociopática y narcisista. Los trastornos de personalidad sociopáticos están definidos en las clasificaciones universales de la psiquiatría. Se trata de personas que están diseñadas biológicamente para violar las normas; no ejercen la lealtad; no actúan con la verdad; tienen vidas afectivas sumamente inestables; en su estructura no hay sensibilidad; no hay arrepentimientos; tienen que vivir permanentemente en el conflicto; no saben vivir en paz con los demás; y son muy manipuladoras.

-¿Y la personalidad narcisista?

-En el caso del narcisismo, la percepción que la persona tiene de sí misma está fuera de la realidad; es exagerada; tiene la convicción de ser única; se siente por encima de los demás. Cualquier mala acción es posible para satisfacer esas necesidades narcisistas de la personalidad. Como los narcisistas se creen predestinados para una situación muy especial, perfectamente es factible que puedan abrigar el temor de que hay gente interesada en eliminarlos. El temor del Presidente ante un magnicidio es absolutamente justificable. Si revisamos las estadísticas universales, encontramos que una proporción muy significativa de personas con trastornos sociopáticos termina muerta. Porque son agresivas, son conflictivas, violan los derechos de los demás, y, en algún momento de su vida, alguien les cobra.

-¿Usted puede clasificar la personalidad del Presidente sin que él haya sido su paciente?

-Yo no hago un diagnóstico como médico, porque él nunca ha sido mi paciente, pero los psiquiatras podemos precisar que las conductas observables del presidente de la República se corresponden con este tipo de trastornos de la personalidad que menciono. Aparte de estas características, creo que Chávez es una persona con un grado intelectual muy básico; un hombre con muy poca cultura; acostarse católico y despertarse a las 8 horas evangélico, es una muestra fehaciente de ello.

-Pero inteligente.

-Podría ser inteligente. Lo que pasa es que a veces la inteligencia de una persona engaña. Durante mucho tiempo, las clasificaciones internacionales señalaban que una de las características de las personalidades sociopáticas era la inteligencia. Pero, con el tiempo, ese criterio se revisó, porque se comenzó a percibir que no era tanto la inteligencia, sino la habilidad para manipular a los demás lo que los hacía aparecer como inteligentes. Esperar que el Presidente cambie es pretender que sus ojos marrones pasen a ser azules. No es posible.

-¿Pero no podría cambiar ni siquiera apelando a un trabajo de ingeniería genética?

-Sobre la personalidad no se puede actuar. Aquí no podemos esperar paz mientras el presidente de la República sea Chávez. Porque Chávez no es que no quiera ser distinto, es que no puede ser distinto. Biológicamente está diseñado para hacer lo que está haciendo. Y ni que él se lo propusiera pudiese ser distinto. Mientras no entendamos eso, no vamos a comprender por qué le estamos declarando la guerra a los Estados Unidos, o por qué un gobierno que habla de paz anda comprando cien mil fusiles a Rusia o porqué desajusta la vida y la paz en Latinoamérica.

-La idea del magnicidio también la asoma recurrentemente Fidel Castro, quien ha inventariado la cantidad de veces que Estados Unidos habría intentado asesinarlo.

-Chávez y Castro, aunque intelectualmente son diferentes (el primero es el guerrero y el segundo el oráculo), deben tener personalidades muy parecidas. Para ser un dictador durante más de cuarenta años, Castro deben tener, sin duda, una estructura sociopática. Si no hay una estructura sociopática, no se puede ejercer la dictadura, porque la dictadura es violación de los derechos de los demás; el irrespeto de los límites; conflictividad; es crueldad. Y eso una personalidad sana no lo puede cohonestar. Ninguna persona que no tenga un componente narcisista, creerse superior a los demás, puede ser dictador. Porque precisamente el dictador lo que busca es poder; sumisión; subyugar eternamente.

-Usted dice que Chávez es insensible, pero lo que uno percibe, más bien, es que es precisamente su sensibilidad lo que lo lleva a establecer lazos profundos con los sectores populares.

-Lo que identifica al Presidente con los sectores populares es su gran capacidad de manipulación. Toda conducta pública del Presidente, desde abrazar a una viejita, hasta levantar a un bebé en brazos o fotografiarse en actitud de armonía con algún otro jefe de estado con quien tiene conflictos, son actos ficticios. Son actuaciones para manipular. En las personas con esa estructura sociopática, según los textos, no hay una identificación genuina con el dolor y la necesidad de los otros. Todo está en función de los beneficios que él pueda obtener. Yo creo que el chavismo tiene muchas características de secta. Las sectas siempre tienen un líder, a quien se considera como único, especial, como hombre predestinado a una acción superior; y todos los que siguen a esa persona le deben una sumisión incondicional. Quien participa en el proceso recibe todas las prebendas, siempre y cuando sea incondicional. Pero a aquél que disienta o se salga de la secta, lo acaban. Hoy hay criterios de las ciencias, universales, que permiten hacer el diagnóstico de Secta destructiva para cualquier grupo organizado que emerja en el seno de una sociedad, y el chavismo los cumple todos.

-¿No existe la crítica?

-No existe la crítica. La lesión más grave que le ha producido la revolución al país es que le ha quebrado la lógica. Nos fracturó la lógica. Nos hemos acostumbrado a vivir con la lógica rota. Un ejemplo típico de esta distorsión de la coherencia es que nos vemos obligados a exigirle al chavismo que cumpla con la Constitución que él mismo promovió. Hay dos elementos que se nos han hecho cotidianos: la paradoja y la incertidumbre. Uno solo de esos elementos que se haga cotidiano, termina enfermando al cerebro. El cerebro tiene que vivir dentro de una estructura lógica, que lo que perciban sus ojos sea lo que él procesa. Son unos escuálidos, y a la marcha asiste un millón de personas. Esta es una maravilla de fiscal, llevémoslo al panteón, y a las dos semanas se sabe que sobre él pesan enormes sospechas de extorsión.

-¿Cuál cree que será el destino del Presidente?

-Si esta llamada revolución tuviese alguna posibilidad de enmienda, la opción de que se mantuviera sería mucho mayor. Pero, como desde el punto de vista de la psiquiatría no hay ninguna posibilidad de enmienda, dada la estructura de personalidad del Presidente, que es inmodificable, esta revolución seguirá hacia el despeñadero. Indefectiblemente, desde el punto de vista de la ciencia, Chávez tiene algo seguro en su futuro, que es la soledad.


[*] Periodista / Análisis del Dr. Franzel Delgado Senior hecho en abril 2006, pero cada dia más vigente.

Debate legal: la salud mental del Presidente
Jurate Rosales* / Revista Zeta (Venezuela) - 20/02/08


Una demanda introducida ante el Tribunal Supremo, referente a una posible "insania" del Presidente de la República, adquirió un matiz polémico al aparecer un comunicado del Ministerio de la Salud, prohibiendo a los profesionales de la psiquiatría emitir opinión que pudiese incluir irrespeto de la Majestad del Estado y del Presidente



Causó estupor generalizado en gran parte de la población la reproducción en El Nuevo País, el pasado 13 de febrero, de un Comunicado del Ministerio de Salud en el que el Coordinador Nacional del Área de Salud Mental, Dr. Lionel Muñoz Coll, advertía a los "colegas del campo de psiquiatría" que les era prohibido emitir opiniones "profesionales o no", sobre la salud mental de las personas y que se "tomarán las medidas correspondientes" contra quienes faciliten el "uso y abuso del irrespeto de la Majestad del Estado y de nuestro Presidente". La periodista que publicó el documento, María Angélica Correa, interrogada por Zeta sobre el particular, informó que no solamente posee el texto de la carta, sino las declaraciones de los profesionales que reconocieron haberla recibido y le comunicaron a la periodista que por esa causa no podrán conversar con ningún medio para emitir una apreciación profesional y/o personal, en cuanto a la salud mental del Presidente de la República.


Hay una segunda demanda

El caso adquiere particular relevancia, si tomamos en cuenta que fue introducido ante el Tribunal Supremo un escrito presentado por el Partido Acción Democrática, solicitando la definición de "insania mental" en el caso del Presidente de la República, lo cual implica necesariamente la consulta sobre el particular a una junta de profesionales de la psiquiatría. La "insania mental", de ser diagnosticada y admitida por el Tribunal, entraría en el artículo de la Constitución Bolivariana de Venezuela, referente a la "Falta absoluta del Presidente". Para ser precisos, se trata del Artículo 233 de la Constitución Boli variana de la República de Venezuela que reza: "Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República: su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia; su incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional".


"Que nombren una junta médica"

Zeta llamó a Víctor Bolívar, Presidente de Acción Democrática, quien ha sido el redactor del escrito sometido al Tribunal Supremo referente a una posible "incapacidad mental" del Presidente.

Víctor Bolívar reconoció que efectivamente, hay una contradicción entre el comunicado de Min-Salud y los mandatos constitucionales que exigen en este caso, la conformación de una junta médica para definir si existe o no una causal "física o mental" para definir una ausencia absoluta. Insistió en el término de "insania", indicando que esa palabra no se refiere en ningún momento a demencia, porque se trataría de una patología distinta. "Insania" es una limitación psicológica, que podría ser un caso de sociopatía, o eventualmente narcisismo, pero que de admitirse, entraría en lo previsto por la Constitución para considerar que hay "falta absoluta" del Presidente.

El presidente de AD considera que el comunicado de Min-Salud es preocupante, pero que un mandato Constitucional no puede ser supeditado a un simple comunicado de un Ministerio.


Recuerda que ya en una demanda similar presentada anteriormente cuando el TSJ estaba presidido por el magistrado Iván Rincón, el alto tribunal tuvo que buscar un subterfugio de forma para rechazar el pedido, puesto que no era posible rechazarlo de fondo, dado que en este caso una indagación conjunta médica se hace inevitable. En esa oportunidad, el Magistrado Rincón guardó para él la ponencia y la rechazó con una excusa de forma, aduciendo que no existía la ley que regule la definición de ese tipo de "ausencia absoluta". Tampoco se hace ilusión Víctor Bolívar que el próximo paso -de ocurrir- eventualmente prospere, porque no ve probable una aprobación de la Asamblea Nacional, cuya tendencia es harto conocida. Sin embargo, afirma que sí es importante el haber presentado la demanda, puesto que no está permitido, en las actuales circunstancias, el no haber hecho algo para señalar o corregir una situación que atañe a todo el país y a toda la población.


Los reclamos de los educadores


Por otra parte, los medios de comunicación, sobre todo los interactivos con el público, se encontraron sometidos a numerosas expresiones de angustia ante la imagen, difundida desde el Canal de Estado, del Presidente Hugo Chávez mascando hojas de coca.
En un país cuyos tribunales castigan la tenencia de hojas de coca en todas sus formas con condenas de cárcel y es frecuente leer en la prensa que tal o cual persona ha sido condenada por esa causa u otra relativa a las sustancias psico-trópicas, es natural que un presidente quien pregunta "me la trajiste, ya me hacía falta" y luego la mastica públicamente, debe causar preocupación. Esta fue particularmente notoria en las llamadas de las personas que temen el impacto de la escena en las mentes infantiles, sobre todo por haberse dado el caso que la escena fue transmitida en directo por VTV en horario infantil.

Han surgido publicaciones donde aparecen explicaciones acerca de la hoja de coca, que informan que cuando es masticada, produce un leve efecto de la cocaína y sobre todo, lleva a la adicción. Un diario considerado favorable al Presidente y su gobierno, como Últimas Noticias, publicó un artículo sustentado en opiniones de médicos donde confirmó plenamente tanto el efecto en el organismo, como el hecho de producirse la adicción.

La unión del tema de la coca, con el de la prohibición emitida por el Ministerio de Salud, pudo haber sido una mera coincidencia, pero de serlo, fue una coincidencia desafortunada.


Comunicado



[*] Revista Zeta No. 1646 / E-mail: revistazeta@cantv.net

¿Presenciamos un suicidio...?
Luis José Uzcátegui* / El Universal (Venezuela) - 21/02/08

Cuando un gobernante está fuera de control actúa como único "dueño de la verdad"

Hay situaciones mentales que llevan al humano a no poder evitar su autodestrucción. De un mismo cerebro, especie de fuerzas justicieras, con el fin de poner límites, recalientan otra parte enloquecida para que cada vez el individuo cometa errores más dantescos que lo lleven al final. Ya nada ni nadie lo evita. Su peor enemigo es él mismo, similar a un cancerbero implacable se martiriza día a día sumando fracasos, que trata de solventar con mayores fracasos.

Una descripción gráfica y didáctica de lo que pasa en la mente de los humanos cuando pierden el control es el drama que desarrollan los personajes de una de las novelas más famosas de la historia: El extraño caso del Dr Jekyll y Mr. Hyde. Refleja un funcionamiento cerebral asombroso, descrito magistralmente por Robert Stevenson en el libro que sacudió a la sociedad victoriana y se convirtió rápidamente en best seller. Si indagamos con cuidado descubrimos que estos "extraños casos" se renuevan en todas las épocas, naciones y culturas. Lo que pasó en aquel Londres de 1800 fue escalofriante; los actos de depravación de Hyde llevaron a Jekyll a suicidarse. ¡Y resulta que Jekyll y Hyde eran la misma persona!

Desde hace tiempo el Dr. Jekyll gracias a una pócima que ingiere se transforma y descubre lo que existía debajo de su fachada de hombre respetable, su otro yo. Un ser que no podía vivir sin el espectáculo, un asesino, inescrupuloso, una figura fea, encorvada, que no conoce la moral. ¡Sin embargo no pudo evitar la tragedia! Mató a dos seres. Él, y su otro yo. Actor de cientos de confusiones laberínticas cuando a hurtadillas entraba a cometer sus crímenes en la mente de millones de seres.

Cuando un gobernante está fuera de control le es imposible no sentirse y actuar como único "dueño de la verdad", a pesar que sus actos fortalecen su imagen de improvisado. Aparentar que oye y a las horas le da una patada a la mesa, sin importarle quedar ante el mundo como desequilibrado. Nada le evita seguir montando reuniones, encuentros, planes, ayudas, proyectos y revoluciones de los cuales se burlan y lo acompañan a cambio de dólares. Y no se percata que lleva años "mostrando el hueso", amenazando y mofándose de las leyes. Las leyes mentales son implacables. Ya una de sus mentes, poco a poco liquida a la otra mente.

El gran loquero
Ángel Lombardi* / Soberania.org - 21/02/08


“El gran loquero ha muerto” es una frase que se le atribuye al escritor positivista y comprometido “gomecista” Laureano Vallenillas Lanz al enterarse que el dictador Juan Vicente Gómez había fallecido. El inteligente sociólogo y profundo conocedor de la historia nacional sabía lo que decía y es que en un país y en una sociedad no sólo padece a un tirano y a un mal gobierno sino que lo produce y lo crea.

Gómez no le impuso su larga tiranía a los venezolanos de manera gratuita y fortuita sino que los venezolanos, de una u otra manera, por acción u omisión
permitieron, soportaron y apoyaron al tirano, con excepción de una minoría que se le opuso y resistió y lógicamente pagó con su actitud un largo camino de penurias, sufrimiento, cárceles, exilio y eventualmente con la muerte.

En cada periodo de la Historia se repite esta historia
; para no ir muy lejos algunos ejemplos cercanos. Los españoles engendraron la tiranía franquista entre otras razones por su intolerancia suicida. Los cubanos irresponsablemente, divinizaron a Fidel y se “aborregaron” [1] durante 50 años. Hoy la mayoría cubana está harta pero no saben cómo enterrar a este fraude de la Historia.

En América Latina (para no hablar del mundo y de otras épocas) sobran los ejemplos de pueblos envilecidos y desorientados, que en ciertos momentos se extravían y encumbran y entronizan a personas mediocres y subalternas convertidos en “grandes hombres” de cartón y fachada (sin pretender agotar la lista y a manera de ejemplos); en las últimas décadas tenemos algunos especimenes que rondan la psiquiatría y el delito v. g. Luís Echeverría en México; Ríos Montt en Guatemala; Noriega en Panamá; Bucaran en Ecuador, Fujimori en Perú, Menem, en Argentina y en nuestro país el caso emblemático de Carlos Andrés Pérez; todos estos nombres, y otros muchos, no surgieron de la nada, los formó y fraguó la respectiva sociedad con sus miedos, carencias e intereses subalternos, fueron más producto de los vicios nacionales que de las virtudes que cada nación indudablemente posee.

Las Historia tiende a repetirse, como tragedia a veces y otras como caricatura y parodia, nuestros tiempos actuales están padeciendo esta recurrencia cíclica de la historia, lo que nos obliga a preguntarnos: ¿quién es más responsable: el loquero que gobierna o las personas que aceptan ser tratados como locos?.

¿Qué es más insufrible: el histrión de Aló Presidente, o sus mudos y sonrientes “aplaudicantes”?.
[2]

......................................................

Notas:

[1] “Aborregarse” asumirse y actuar como parte de un rebaño.
[2] “Aplaudicante” el que claudica y aplaude.


[*] Rector de la Universidad Católica cecilio Acosta - Venezuela / E-mail: rector@unica.edu.ve

Lo nuestro es mental
Jaime Granda* / Revista Zeta (Venezuela) - 17/01/08

Los psiquiatras consideran que una persona con estas características es muy peligrosa en la presidencia de un país pequeño y con muchos recursos.


En Acción Democrática (AD) lo sospechaban desde hace años y el 31 de enero de 2002 plantearon que el mandatario debía renunciar por insania mental. El pasado lunes 7 de enero, Henry Ramos Allup, secretario general de AD, desempolvó el asunto y dijo que esta vez insistirán ante el Tribunal Supremo de Justicia y buscarán el apoyo de otras organizaciones políticas, económicas y sociales. Cree que ahora hay más razones para esta acción.


En 2002, nosotros publicamos en la revista Bohemia una selección de textos históricos sobre el mismo tema bajo el título de "Delirium".


Ramos Allup

El secretario general de AD, Henry Ramos Allup, llamó nuevamente la atención del mundo al anunciar el pasado lunes 7 de enero que esa organización, la única con presencia en todos los rincones del país, promoverá una acción legal contra el presidente Hugo Chávez, con el fin de inhabilitarlo por insania mental. Agregó que buscarán apoyo de otras organizaciones opositoras para la acción y que además iniciará una campaña por todo el país para solicitar la renuncia de Chávez. Advirtió que si se dedicara a enumerar todas las razones por las cuales consideran que Chávez no está en sus cabales, la rueda de prensa de ese lunes "duraría días".

Sin embargo, precisó que en el nuevo documento al tribunal "vamos a exponer, por ejemplo, la manía que tiene cuando dice que El Libertador no murió de tisis el 17 de diciembre en Santa Marta sino que lo mataron con el añadido de que los restos que están en el Panteón Nacional pudieran no ser los de Bolívar, también se incluirá la alocución del Presidente la noche en que se anunciaron los resultados del referendo y la rueda de prensa que dio ante el alto mando militar donde empezó a decir procacidades".

Ramos Allup considera que esos hechos "demuestran que el presidente no tiene equilibrio, que el presidente está cediendo a sus compresiones emotivas o sus carencias y no está reaccionando equilibradamente". El Presidente "pasa de estados de euforia y exaltación enormes a profundos decaimientos y depresiones, a la total oquedad física, mental y espiritual".


Hugo Chávez de showman en un mitin de la Avenida Bolívar. Según el Presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, Franzel Delgado Senior, su caso sería "el más cristalino y depurado narcisismo"
.

El secretario general de AD recordó un estudio que realizó el presidente de la Sociedad venezolana de Psiquiatría, Franzel Delgado Senior, quien también promovió acciones contra el Presidente por la situación de supuesta insania mental. "Es una persona que se descuaja, que se desarma sin poder controlar reacciones que no se puede permitir un Presidente".

"Si ello ocurriera en el caso de un venezolano normal y corriente no tendría consecuencias, pero estamos hablando de un Presidente y ello tiene consecuencias para todo el pueblo y está ocasionando graves daños al país", acotó.

Comentó que Chávez peleó de una manera "delirante" con su colega de Colombia, Alvaro Uribe, a quien "le dijo que no le volvería a hablar, llevando las relaciones internacionales del país como si dependiera de su bilis".

"Esa manera biliar, de la bilis, de manejar las relaciones internacionales nos va a traer problemas, más el próximo año cuando se va a acentuar la conflictividad política", expuso.


Ramos Allup alertó que "el gobierno insistirá en su discurso agresivo, en la agenda política, cosa que ya se ha visto con el rechazo del gobierno a los llamado de reconciliación hechos desde la oposición. Entonces ¿nos vamos a matar los venezolanos? Chávez no quiere la reconciliación e insiste en su agenda política. Tratará de meternos de contrabando la reforma constitucional que el país ya rechazó. Eso es inaceptable, eso no se puede permitir".


Los psiquiatras

Alberto Varela, psiquiatra y psicoanalista, presidente del Instituto Psicoterapéutico de Puerto Rico, resalta la preocupación que generan las "conductas extremas" del Presidente de Venezuela. "Él no es una persona que contribuye a que se establezca un diálogo de comunicación armonioso, pues sus verbalizaciones son provocativas, inflamatorias y ofensivas".


Hugo Chávez en el inicio de su campaña a favor de la Reforma Constitucional. El profesor de postgrado de psiquiatría en la Universidad Central de Venezuela, Eloy Silvio Pomenta, definió en un estudio los rasgos del narcisismo y uno de ellos seria "no ser capaz de ver más allá de su propio ego, tendiendo a falsear y a negar aspectos obvios de la realidad que no concuerdan con sus propósitos" .

Aunque por ética profesional no se atreve a caracterizarlo, Varela afirma que su conducta dista mucho de ser la de un primer ejecutivo y de quien pretende servir de modelo, no sólo a la juventud de su país, sino a las naciones a las que pretende influenciar. "Sus posiciones no reflejan el análisis objetivo racional que cualquier presidente de cualquier país debiera hacer cuando se enfrenta a la realidad", dijo.

El doctor Franzel Delgado Senior dijo hace tiempo que "la presunción del presidente de erigirse como un líder comparable a Simón Bolívar, que retoma las banderas de la libertad y el pensamiento bolivariano para diseminarlo por el mundo es el más cristalino y depurado narcisismo". Agregó que la megalomanía en una persona corriente es limitada por su contexto. Pero que en un presidente de una nación pequeña, pero muy poderosa económicamente y de ubicación geográfica privilegiada, prácticamente no encuentra límites. "Todo, progresivamente, y mientras se le permita, le irá quedando estrecho: el país, el continente y el mundo".


Recientemente se ha divulgado el perfil psicológico del Presidente Hugo Chávez, firmado por el doctor
Eloy Silvio Pomenta, psiquiatra especializado en trastornos de personalidad y autor de varios libros sobre las personalidades "borderline" y las narcisistas.

El doctor Pomenta es profesor agregado de la Cátedra de Psiquiatría de la Escuela Vargas de Medicina (Universidad Central de Venezuela) y profesor de Psicoanálisis y Psicoterapia en los cursos de post-grado de Psiquiatría. Fue Presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría (1969).

Pomenta deja claro que en base a su conducta y manifestaciones públicas y notorias, es posible ubicarlo en el nivel más bajo de las personalidades primitivas, llamadas asi por un funcionamiento muy primario y una estructuración muy desorganizada. Más específicamente, sus características encajan dentro del Trastomo Narcisista de personalidad, cuyos rasgos más importantes son:

1. Grandiosidad:

Un ego anormalmente hipertrofiado, un concepto absolutamente inflado de sí mismo y fuertes tendencias egocéntricas. (Por ejemplo: se creen los más bellos, inteligentes, predestinados, mesiánicos, seductores).

2. Exhibicionismo:

Necesidad de atención y admiración constantes. Tendencia al lucimiento en base a la apariencia física, la vestimenta, dotes intelectuales o peculiaridades de la personalidad.

3. Omnipotencia:

Se plantean metas y proyectos mucho mas allá de sus capacidades reales y de las posibilidades que brinda el ambiente. (Por ejemplo creerse líder de una supuesta revolución latinoamericana, y hasta mundial).

4. Fragilidad de la autoestima:

La inflación egocéntrica determina una necesidad de suministros narcisistas prácticamente insaciable. Se establece una "hambre de estimulo" y una "adicción" a los homenajes y gratificaciones. Mientras fluyan abundantes gratificaciones, hay una exaltación de la autoestima. Tan pronto ocurre una frustración, a veces por detalles nimios, la personalidad se hunde. Estas debacles han sido llamadas pseudo-depresiones, por cuanto no involucran añoranza o pérdida de amor como en las verdaderas depresiones. Y apenas duran horas o pocos días, restableciéndose la autoestima tan pronto ocurre una nueva excitación.

5. Incapacidad de amar:

Como toda la carga afectiva está concentrada en el propio ego, no hay disponibilidad afectiva para las demás personas. A pesar de las exuberancias emotivas y seductoras que suelen desplegar los narcisistas para cautivar a las personas, no son capaces de amar genuinamente, sino que las utilizan para el logro de sus propósitos o necesidades. Los narcisistas carecen de escrúpulos y podría decirse que "caminan sobre cadáveres".

6. Juicio de realidad:

Al no ser capaces de ver más allá de su propio ego, ellos tienden a falsear y a negar aspectos obvios de la realidad que no concuerdan o favorecen sus propósitos. Por eso los narcisistas suelen fracasar en sus proyectos, porque sólo ven lo que les conviene y proyectan la culpa sobre los demás cuando algo no sale bien.

7. Rabia narcisista:

Las frustraciones, la crítica en su entorno y los aspectos desplacientes de la realidad, pueden provocar reacciones llamadas de "rabia narcisista", por lo desproporcionadas y violentas. Dichas rabias pueden obnubilar la conciencia y a veces crear reacciones francamente psicóticas transitorias con características paranoicas.

8. La envidia:

Es el afecto predominante inconscientemente. Fuera del ego grandioso, no puede haber nada valioso. Son personajes altamente destructivos. Se destruye todo lo bueno y valioso que exista, para que no haya nada que envidiar.

Los venezolanos, tras nueve años de gobierno de un solo presidente, pueden reconocer o no, los rasgos aquí enumerados. Por ahora, lo que más esperan, es la prometida grabación de la explosión "borderline", presumiblemente ocurrida en Fuerte Tiuna, el 2 de diciembre pasado.



[*] Revista Zeta No. 1642 / E-mail: revistazeta@cantv.net


Desesperanza aprendida
Pedro Delgado Machado* / Tal Cual (Venezuela) - 30/08/10

Desde un punto de vista psicológico, la desesperanza aprendida es una suerte de convicción, presente en algunas personas, de que no es posible modificar la realidad y que, independientemente de las acciones que emprenda para cambiarla, las cosas se quedarán como están.


Martin Seligman, creador de una corriente psicológica conocida como “Psicología Positiva”, estudió a fondo el tema de la desesperanza aprendida, y junto con un grupo de colaboradores sometieron a un grupo de perros a un experimento en el que se les aplicaba descargas eléctricas, impredecibles e incontrolables. Entre sus conclusiones, reportaron que los animales se vieron impedidos de predecir o controlar el estímulo doloroso, por lo cual perdieron su motivación y lucían desanimados, lentos y torpes para actuar y limitados para aprender nuevos comportamientos.

Uno de los conceptos psicológicos más importantes de los últimos años, es el de “desesperanza aprendida”, que es un estado de pérdida de la motivación, de la esperanza de alcanzar los sueños, una renuncia a toda posibilidad de que las cosas salgan bien, se resuelvan o mejoren. Sin duda alguna, uno de los peores males que puede sufrir un ser humano es la “desesperanza aprendida”. Una enfermedad tanto individual como social o colectiva que tiene profundas repercusiones en la esfera física y psicológica que termina por consumir toda capacidad de respuesta y
sumerge a la persona en la pasividad.

Desde un punto de vista psicológico, la desesperanza aprendida es una suerte de convicción, presente en algunas personas, de que
no es posible modificar la realidad y que, independientemente de las acciones que emprenda para cambiarla, las cosas se quedarán como están.

Esta sensación surge cuando, por un motivo u otro, la persona sufre varios fracasos continuos en una lucha, lo que hace que se vaya agotando su energía para volver a intentarlo. Es lo que por ejemplo ocurre con aquellos que nacen en una situación de pobreza y marginalidad donde son tan escasos los medios para salir de ella que cada intento por superar la adversidad termina en un fracaso o en una desilusión. Hoy sabemos que en la política y en la guerra se usan estrategias para generar en los disidentes, opositores y/o enemigos, estrategias de este tipo para desmoralizarlos y evitar iniciativas resistentes a los abusos de poder.

El filósofo Nietzsche la consideraba “la enfermedad del alma moderna”. Puede decirse que es un estado en el que se ven debilitados o extinguidos el amor, la confianza, el entusiasmo, la alegría y la fe. Es una especie de frustración e impotencia, en la que se suele pensar que no es posible por ninguna vía lograr una meta, o remediar alguna situación que se estima negativa. Es una manera de considerarse a la vez: atrapado, agobiado e inerme.

Los estudios muestran que aquellas personas que logran salir de este estado y toman las riendas de sus circunstancias, considerando que de ellos depende lo que puedan lograr, se enfrentan más positivamente a este sentimiento, por tanto las experiencias son más exitosas. La desesperanza es la percepción de una imposibilidad de logro, la idea de que no hay nada que hacer, ni ahora, ni nunca, lo que plantea una resignación forzada y el abandono de la ambición y del sueño.

Estamos frente a una
situación socio-política en la que parece que ciertos factores quieren sembrar la desesperanza aprendida en un sector importante de la población que está inconforme para inducirlos a la pasividad. Las elecciones de septiembre próximo parecen ser su objetivo. Que los votantes se convenzan de que no tiene sentido votar porque todo está perdido. Cuidado con este sentimiento porque nada peor que rendirse antes de librar la batalla, sobre todo cuando hay buenas posibilidades de que las cosas cambien. Votar es un instrumento de cambio, no lo desperdicies por pensar que no vale la pena.

[*] Pedro Delgado Machado nació en Caracas el 25 de septiembre de 1946. Ingresó en 1965 a la Universidad Central de Venezuela (UCV) y obtuvo el título de médico cirujano en 1971. Luego, cursó estudios de postgrado en Psiquiatría. Durante treinta años fue docente de la Facultad de Medicina de la UCV y entre 1984 y 1989 coordinó el postgrado de Psiquiatría del Hospital Universitario de Caracas. Entre 1989 y 1990 fue consultante de la Comisión Interamericana Contra Abuso de Drogas de la Organización de Estados Americanos en Washington (Estados Unidos). En ese mismo período fue Fellowship en Abuso de Drogas en el Johns Hopkins University en Baltimore (Estados Unidos). Desde 1997 es asesor médico de Alianza para una Venezuela sin Drogas. En el año 2000 la Federación Médica de Venezuela le otorgó el Premio Nacional de Medicina. Desde 2005 preside Alcohólicos Anónimos de Venezuela y desde 2008 Humana Asistencia Caracas, una institución que ofrece atención integral en diversas especialidades médico-psicológicas y psicoterapéuticas, de cuyo grupo también ha sido director por más de siete años.

Afánisis: el exilio del deseo
Adrián Liberman* / El Nacional (Venezuela) - 08/02/10

En nuestra cultura actual se expresa mediante la anulación, la conversión de grandes masas en “escuálidos”, “burgueses” o cualquier otra denominación que termina equiparándose a “no persona”. Es el “ubermensch” nazi, el “gusano” cubano, la deshumanización que precede a racionalizar el aniquilamiento de quienes son calificados así.


Cada momento histórico tiene sus modalidades de subjetivación, y por ende de sufrimiento. Si la posmodernidad con su “vale todo” produjo el recrudecimiento de la anorexia, la bulimia, las adicciones y las patologías del desamparo, ¿qué consecuencias clínicas tiene el “no vale nada” de la
Venezuela totalitaria? En mi experiencia, la presentificación más ominosa en la psique de lo que somos como sociedad es la afánisis. Este término, que proviene del griego, significa la extinción del deseo.

Quienes padecen de ello son personas que han visto mutilada la dimensión más importante del ser humano que es la del deseo y sus vicisitudes. Son personas sin proyecto, sin anhelos, gente en las que el encogimiento de hombros constituye el único gesto que pueden hacer para definirse.

Desear, querer, ambicionar es una parte fundamental de la estructuración psíquica del ser humano. Proviene de las primeras experiencias de incompletud, producto de la intensa dependencia inicial y tiene un rol sustantivo en la humanización. Desear implica saberse en falta, pero también es la posibilidad de construirse realidades distintas a las actuales, emprender iniciativas con vistas a suplir aquello que se siente en déficit.

Perder esta dimensión, llegar a sentir que de nada sirve hacer proyectos, porque es posible ser negado totalmente por el discurso oficial imperante, tiene las características de una catástrofe subjetiva. No se trata ya de la angustia que emerge por los vaivenes de la economía, los sobresaltos de saber que el desempleo acecha en todo momento o por los efectos siniestros de la violencia delincuencial.

La afánisis es un desmantelamiento, una pérdida de la noción de lugar y valor dentro de un tejido social. Es una falla del Otro, referida a un sistema de lazos que se afloja tanto que ya no sostiene a la persona. En nuestra cultura actual se expresa mediante la anulación, la conversión de grandes masas en “escuálidos”, “burgueses” o cualquier otra denominación que termina equiparándose a “no persona”. Es el “ubermensch” nazi, el “gusano” cubano, la deshumanización que precede a racionalizar el aniquilamiento de quienes son calificados así.

La afánisis es más que
desesperanza aprendida. Tiene un efecto desestructurante, de desarbolamiento de las posibilidades de goce y de transformación, una especie de napalm psíquico. La tarea de un analista con alguien que padezca de afánisis es todo un reto técnico. Relanzar a alguien a la dimensión deseante, encontrar significantes que nuevamente motoricen los anhelos y las acciones específicas de quien ha tirado la toalla frente a su propia existencia cuestiona la neutralidad y abstinencia de la técnica. Tensa y pone en juego el deseo del analista como alguien que desea el bien para quien escucha.

Pero, además, el avance de la insignificancia, que al fin y al cabo es el espíritu de la afánisis trae al tapete otro desafío. Y éste es volver a colocar al freudismo en el centro de las transformaciones sociales, por ejemplo, difundiendo y ayudando a entender al colectivo las consecuencias nefastas que la insignificancia tiene.

Como del valor de síntoma, de manifestación de profundo malestar que éste tiene. El psicoanálisis tiene el imperativo de mostrar su valor social, como discurso que aporta elementos valiosos para la comprensión de lo que somos así como en la implementación de las transformaciones que se desean. En la afánisis hay un mensaje que muestra hasta dónde el
totalitarismo es destructor. Y ayudar a cambiar eso es tarea de todos, so pena de verse condenados a desaparecer.

[*] E-mail: adrianliberman@gmail.com

El sultán entrometido
Axel Capriles M. * / El Universal (Venezuela) - 19/11/09

Desde la perspectiva psicológica, estamos ante un caso clásico de inflación del yo

Nunca antes habíamos tenido un gobernante tan entrometido. Ni siquiera en otros tiempos y tierras existieron mandatarios tan metiches, jefes tan dados a inmiscuirse en asuntos que no son de su incumbencia.

El Rey Luis XIV de Francia, personificación del absolutismo político, de la monarquía absoluta, quiso para sí el más grande poder del mundo, pero nunca pretendió regular la hora a la que debía salir el sol o la manera de bañarse de sus súbditos.

El gran sultán otomano Mehmed II, el Conquistador de Constantinopla, ordenó convertir la Iglesia de Santa Sofía en mezquita, pero nunca intentó normar los juguetes con que retozaban los hijos de los fieles.

La obsesión del presidente Hugo Chávez de influir y mandar sobre todos y cada uno de los aspectos de la vida de los venezolanos puede ser analizado, por lo menos, desde tres perspectivas diferentes. 1.- Como una concepción del Estado y una expresión depurada del
totalitarismo político. 2.- Como una interpretación sociológica y una visión despectiva del pueblo venezolano. 3.- Como un desarreglo psicológico y una perturbación narcisista.

La característica original del totalitarismo como sistema de dominación no fue el poder ilimitado del déspota o la imposición del pensamiento único sino la intervención del poder en los más irrelevantes detalles de la vida ciudadana,
la intromisión del Estado en toda la vida social. Desde el punto de vista sociológico, esta intrusión del gobernante en la vida privada de la gente puede ser considerada una forma de paternalismo. Esa injerencia, sin embargo, denota un desprecio por la población entendida como una masa de imberbes que debe ser guiada por el padre sabio.

La nación se convierte en la hacienda o el hogar donde el buen ductor de la familia le enseña a su prole cómo usar la linterna para ir al baño. Eso es política energética. Desde la perspectiva psicológica, estamos ante un caso clásico de inflación del yo. La dimensión excesiva del ego borra todos los límites entre el individuo y los demás. "LA SOCIÉTÉ CÉST MOI"

[*] E-mal: axelcapriles@cantv.net


¿Qué tan loco está?
Revista Semana* (Colombia) - 14/11/09


Por absurdas que parezcan las amenazas de Chávez, su perfil sicológico indica que nada se puede descartar.

Cuando Hugo Chávez hizo sus absurdas declaraciones para pedirle a su Ejército y al pueblo venezolano que se prepararan para la guerra, la explicación que más se oyó para justificar semejante despropósito era la de la cortina de humo. En otras palabras, que quería distraer a los venezolanos de las penurias que están viviendo por una inflación en alza, el desabastecimiento de alimentos y el racionamiento de agua y luz, en busca de una solidaridad nacional alrededor de la defensa de la patria supuestamente amenazada.

Tres días después, el propio Chávez recogió velas al presentarse como un adalid de la paz y la concordia con argumentos tan ridículos como los que había utilizado en la declaración de guerra. Según él, Venezuela es un país pacífico asediado por los gobiernos guerreristas de Colombia y Estados Unidos.

Estos bandazos de oratoria y esa conducta ciclotímica que ya son conocidas en Chávez llevan a que muchos colombianos lleguen a la conclusión de que
al Presidente de Venezuela le falta una tuerca o que perro que ladra no muerde. Sin embargo, dada la escalada verbal de los últimos tiempos, los graves incidentes en la fronteras, el desplome del comercio y su pérdida de popularidad en casa, no hay que descartar del todo que un perro que ladra tantas veces algún día muerda.

Líderes como Chávez, que tienen rasgos de megalomanía y paranoia, llegan a tomar decisiones que no sólo van en contravía de lo racional y lo lógico, sino a veces de sus propios intereses. Adolfo Hitler, cuando estaba ganándoles la guerra a Francia e Inglaterra, decidió atacar a la Unión Soviética al abrir un segundo frente, cometiendo el mismo error garrafal que Napoleón Bonaparte un siglo y medio atrás. Como si fuera poco, cuando los japoneses atacaron Pearl Harbor y Estados Unidos les declaró la guerra, el dictador alemán, que no tenía velas en ese entierro, decidió declararle la guerra unilateralmente a Estados Unidos, para aquel entonces la potencia militar más poderosa del mundo. La consecuencia de esas dos barbaridades fue la destrucción de Alemania cuatro años más tarde y su suicidio en el búnker de Berlín.

Ejemplos como los anteriores ilustran que cuando un hombre con poder está
desfasado de la realidad, lo impensable puede llegar a suceder.

Para hacer una interpretación sobre el riesgo que representa Chávez, es útil revisar los análisis de su personalidad contenidos en biografías, perfiles y estudios que se han publicado sobre él. Dos libros han intentado profundizar sobre el tema: Hugo Chávez sin uniforme, de los periodistas venezolanos Cristina Marcano y Alberto Barrera, y El poder y el delirio, del intelectual mexicano Enrique Krauze. También ha incursionado en ese campo el periodista norteamericano Jon Lee Anderson con dos perfiles que publicó en la prestigiosa revista The New Yorker sobre el controvertido líder venezolano, y muchos otros artículos y ensayos.

De la lectura minuciosa de esos documentos la primera conclusión a la que se llega es que sería simplista afirmar que todo lo que está diciendo y haciendo Chávez no es más que una maniobra de distracción para tapar sus problemas internos. Sus biógrafos destacan su
denodado apego al poder, su obsesiva pretensión de cambiar el rumbo de la historia, su convicción de ser la reencarnación de Bolívar y Fidel, y su desprecio por la democracia liberal. Dan cuenta de su verborrea provocadora y sus abusos de autoridad. Pero nadie se atreve a pronosticar hasta dónde puede llegar con su proyecto revolucionario. Los rasgos de su personalidad lo hacen impredecible: es ambiguo, delirante, paranoico, manipulador y belicoso.

En el prólogo del libro de Marcano y Barrera, el periodista Teodoro Petkoff dice que "a lo largo de su fulgurante carrera, Chávez ha tenido a su favor la subestimación de que ha sido objeto por parte de sus adversarios y enemigos". En efecto, muchos se han equivocado con él. El presidente Rafael Caldera jamás imaginó que el mismo coronel golpista al que le otorgó una amnistía en 1994 sería su sucesor en la Presidencia un lustro después, y que le enviaría mensajes al otro día del triunfo electoral de que desocupara el despacho presidencial. El mismo que en la ceremonia de posesión alzó la mano para jurar que reformaría la "moribunda" Constitución sobre la que estaba jurando.

Tampoco pensaban sus adversarios, que como candidato lo consideraban un fuego artificial que capitalizaba el descontento popular momentáneo, y que desde 1998 lo han visto ganar más de una decena de elecciones. Mucho menos imaginaban sus antiguos colegas revolucionarios y militares, como Luis Miquilena o
Raúl Isaías Baduel, que terminarían proscritos, vituperados o presos por el régimen bolivariano que ayudaron a erigir.

No hay que subestimarlo, sugiere Petkoff. Por eso cuando Chávez les dice al Ejército y al pueblo venezolano que se preparen para la guerra, muchos colombianos no saben si el que habla es un loco pirómano que puede incendiar el vecindario o un peligroso estratega que lleva años preparándose para cumplir su propia profecía bélica.


El revolucionario

Chávez empezó a obsesionarse con la revolución hace más de 30 años. En 1977, cuando apenas era un joven teniente de 23 años, evocaba al Che Guevara en su diario personal y describía la ansiedad que sentía por participar en una revolución: "Esta guerra es de años (...) tengo que hacerlo. Aunque me cueste la vida. No importa. Para eso nací", dice un fragmento publicado en Chávez sin uniforme. A finales de ese año vino la creación del Ejército Bolivariano Revolucionario y el inicio de su vida conspirativa, que lo llevaría a una fuerte alianza con Douglas Bravo, jefe guerrillero del movimiento Bandera Roja. Una mezcla de insurgentes y militares que resulta extraña en Colombia, pero no en otros países de América Latina.

Eso explica, en parte, su eclecticismo ideológico, que le permite al tiempo creerse la reencarnación de Bolívar, admirar al prócer federalista Ezequiel Zamora y rendirle culto a 'Maisanta' una especie de bandolero rebelde del que es descendiente. Más allá de su anacrónica adhesión marxista, Chávez parece tener en su ADN una
devoción militarista donde la fuente de poder está en la punta del fusil.

Si bien hace poco llamó gorilas a los militares que apuntaron con sus rifles a la cabeza del presidente Manuel Zelaya y lo despojaron del poder en Honduras,
él mismo hizo de gorila en 1992, cuando organizó el golpe para sacar a Carlos Andrés Pérez del Palacio de Miraflores.

Sobre lo que pasó esa noche en Caracas hay muchas sombras y dudas. Nadie sabe por qué Chávez no llegó a tomarse el Palacio de gobierno y se rindió sin dar pelea. Quizá para no inmolarse. O quizá porque, como dicen sus adversarios, otro rasgo de su personalidad es la cobardía. Aunque fracasó, estaba convencido de que el único camino para tomar el poder eran las armas. Fue, según sus biógrafos, la influencia del viejo líder comunista Luis Miquilena lo que lo llevó por el camino electoral.

Pero su visión de fondo no ha cambiado. El desaparecido analista venezolano Alberto Garrido documentó en varios libros cómo Chávez ya tenía vínculos con los insurgentes mucho antes de llegar a la Presidencia. La supuesta protección de la que han gozado los grupos guerrilleros colombianos en su territorio -según denuncian las autoridades colombianas- así parece ratificarlo.

En ese sentido muchos creen que Venezuela estaría cumpliendo el papel de Cuba en los años 60: un lugar para exportar la revolución. O en lo que se convirtió la Libia de Gadaffi en África en los 70 y 80: el sitio donde se armaron y entrenaron grupos rebeldes de la más diversa estirpe.

Hugo Chávez ya ha hecho una revolución en Venezuela. Su socialismo del siglo XXI ya está en el poder. La elite gobernante fue remplazada por una
nueva clase dirigente cuyo epicentro es el propio caudillo.

La antigua tecnocracia petrolera de Pdvsa fue botada a la calle y reemplazada por la burocracia chavista. Muchos empresarios tradicionales tuvieron que abandonar el país o terminaron por someterse, convenientemente, a la égida de Chávez, como el multimillonario
Gustavo Cisneros. Muchas empresas de comunicaciones han sido nacionalizadas, como también el 90 por ciento de las cementeras extranjeras como Cemex, Holcim y Lafargé. Hace un año nacionalizó la empresa de energía, cuyo desempeño se puede medir ahora, cuando el país está prácticamente a oscuras por los cortes de luz. En todo caso, Venezuela es un país cuya estabilidad jurídica está en entredicho para el capital extranjero.

Según Krauze,
Chávez sigue un libreto: el de la revolución cubana. Recién posesionado dijo ante un auditorio de estudiantes que: "Venezuela va hacia la misma dirección, hacia el mismo mar hacia donde va el pueblo cubano, mar de felicidad, de verdadera justicia social, de paz".

Su obsesión por Bolívar se sumó a la fascinación por Fidel Castro. Chávez ha retomado las anacrónicas banderas de la Guerra Fría, ha construido una eficaz retórica anti-imperialista, y ha montado a su gobierno sobre la idea de que la revolución bolivariana será atacada desde afuera. Bien sea mediante su propio asesinato o mediante una invasión, asimilando así su destino al de todos los venezolanos. En virtud del miedo que infunde el enemigo extranjero, se postula como perpetuo salvador de la patria.


El juego doble

Pero, más allá de su visión mesiánica del poder, Chávez se debate entre dos polos. La ambigüedad, la incoherencia y la disociación son inherentes a su forma de gobierno. Con frecuencia sus palabras y sus actos van en sentidos contrarios. Mientras le gritaba "¡pendejo!" a George W. Bush, lo tildaba de criminal de guerra y le aseguraba que primero saldría él de la Casa Blanca, que Chávez de Miraflores, pagaba 1,2 millones de dólares a una firma de lobby para mejorar su imagen en Washington.

Más allá de
su espíritu camorrero, los cambios intempestivos de ánimo hacen parte de su siquis. El general retirado Alberto Rojas Muller, jefe de la campaña de Chávez en 1998, citado por Marcano y Barrera, dice que "es un individuo que vive estados de ánimo oscilantes entre momentos de extrema euforia y momentos de decaimiento". Esa ambigüedad y los cambios repentinos de ánimo han sido la constante en su relación con Uribe. Puede pasar de llamarlo paramilitar y pedir que se muevan sus tanques a la frontera, a abrazarlo, como ocurrió en la cumbre de la OEA en Santo Domingo el año pasado; llamarlo amigo del alma y ufanarse de la química que hay entre los dos.

Esta suerte de bipolaridad es mucho más común de lo que se cree en los hombres que ejercen el poder, que con frecuencia
exultan vanidad y narcisismo. Edmundo Chirinos, ex terapeuta de Chávez, citado por Jon Lee Anderson en su artículo El revolucionario, dice que el Presidente de Venezuela tiene una sicología similar a la de Simón Bolívar: "Es de mal genio y difícil cuando se siente frustrado" (...) "Tiene tendencia a la vanidad. Denota un irrestricto autoritarismo y predispone a la gente en su contra". No obstante, Chirinos certifica en este reportaje que Chávez está completamente sano y es una persona completamente normal. "Aparte de su poder, no es distinto de usted o de mí", dijo.


Paranoia política

Como buen caudillo, Chávez siempre ha sido un poco paranoico. Cuando era candidato a la Presidencia, su escolta tuvo que ser reforzada. Se sabe que el servicio secreto de Cuba es quien se encarga, finalmente, de su seguridad. Ante la idea de que van a asesinarlo, ha dicho: "¡No se les ocurra, no por mí, sino por lo que puede pasar en Venezuela". Él pronostica que su muerte desencadenaría, como la de Jorge Eliécer Gaitán, 50 años de guerra. La semana pasada en su controvertida alocución de Aló Presidente dobló la cifra y dijo que la guerra con el imperio sería de 100 años.

Su paranoia se disparó aun más después del
11 de abril de 2002, cuando se fraguó un golpe en su contra que lo tuvo durante 48 horas fuera del poder, y en el que participaron algunos de sus más conocidos. Los golpistas querían que renunciara, pero que no abandonara el país. Por una jugada del destino, los militares entendieron en cuestión de horas que Pedro Carmona y el grupo de empresarios que se apoderaron de la Presidencia no contarían con el apoyo popular que tenía Chávez y decidieron restituirle su lealtad a éste. Uno de los militares que fueron clave en el regreso de Chávez fue Raúl Isaías Baudel, quien años después, ya distanciado del chavismo, hizo una campaña que resultó definitiva para atajar la reelección indefinida del caudillo. Hoy Baudel está en la cárcel y se le considera un preso político. Chávez está convencido de que los gringos estaban detrás de la conspiración de aquel abril. Desde entonces su hipótesis es que la CIA está buscando su caída.

Algunos hechos reales, como el ingreso de paramilitares a Venezuela, se han convertido en una hipérbole de amenazas, atentados y anuncios de invasiones inminentes. Desde siempre, Chávez se siente parte de una guerra asimétrica, donde el pueblo en armas tendrá que defender a su líder y su revolución. Ha construido un
sistema de milicias y de vigilancia comunitaria muy similar al cubano (pero menos eficiente), compró 100.000 fusiles de asalto y ha gastado 5.000 millones de dólares en armas rusas.

El líder venezolano parece ignorar que Estados Unidos ha abierto dos frentes de batalla, en Afganistán e Irak, que ahora no sabe cómo cerrar. Y que realmente Venezuela, y en general América Latina, está en el último renglón de las preocupaciones de la potencia del norte. Si esto era verdad con Bush, lo es aún más con Obama. Y pensar que las
bases de los gringos en Colombia son para vigilarlo o atacarlo es ignorar que bien pueden hacerlo desde Curazao, donde tienen otra base más cercana, o desde Miami, que está justo al frente de sus playas.

En medio de su paranoia Chávez no trata a sus adversarios como contradictores políticos, sino como enemigos en una lógica de guerrerista. Manuel Rosales, quien fuera su contrincante en las últimas elecciones, terminó exiliado en Perú y acusado por la justicia chavista de haberle pagado a paramilitares colombianos para que atentaran contra el Presidente. Todo ello basado en testimonios dudosos de dos paramilitares colombianos, que han sido manipulados por los organismos de inteligencia de Chávez.

Por eso quizá Chávez ha tomado decisiones tan extrañas como desarmar a la Policía en los cinco estados gobernados por la oposición. Uno de los más afectados es Táchira, que vive una situación de violencia sin precedentes, y cuyo gobernador, César Pérez Vivas, se ha convertido en el blanco de los epítetos y señalamientos del Presidente. Allí la autoridad tuvo que volver al bolillo.

Colombia, sin embargo, terminó por darle a Chávez el pretexto que necesitaba para ponerse en pie de guerra. A medida que se diluye su proyecto expansionista, que
se le complica el panorama interno y que se le enreda la gobernabilidad, invoca la guerra como su destino inexorable. Quizá porque no está preparado para perder en las urnas. Ni para abandonar el poder.

Enrique Krauze dice que "Hugo Chávez es un venerador de héroes, pero no es un héroe". Un hombre que se cree la reencarnación de Bolívar y el sucesor de Fidel Castro. Su idea del gobierno es vitalicia y absoluta. Su idea de heroísmo es continental. Se ha involucrado en procesos electorales desde Honduras apoyando a Zelaya en su abortado proyecto de reelección, y enviando una maleta de dinero a
Argentina para asegurarle la victoria a Cristina de Kichner, pasando por su petro-respaldo a varios gobiernos como Bolivia, Dominica y Nicaragua. Hasta ahora Chávez mantiene la idea de que su gobierno es democrático porque ha ganado todas las elecciones, muy a pesar de que ha asfixiado la separación de poderes y la libertad de prensa.

Pero 12 años después de dictadura "light", como la han definido algunos, Chávez empieza a sentir que muchas cosas se le desmoronan. El chavismo ha perdido algunas de sus más importantes plazas políticas como Caracas, Táchira y Zulia, y su popularidad ha caído al 46 por ciento. Esto no está mal para un Presidente después de tanto tiempo en el poder, pero es insuficiente para alguien que quiere perpetuarse. Luego de que suenan sus trompetas de guerra, los venezolanos se alejan más de él. La encuestadora Datanálisis publicó un sondeo en el que se demuestra que el 80 por ciento no estuvo de acuerdo con sus declaraciones de guerra, y que el 66 por ciento no quiere que se rompa relaciones con Colombia.

Internacionalmente, su proyecto también languidece. Zelaya no ha sido restituido, Correa sigue en la línea de reconciliarse con Colombia, a pesar de los intentos de sabotaje por parte de Venezuela. Y si en el pasado se disputaban en América Latina dos modelos de izquierda, el de Chávez y el de Lula, este último se impuso por la pujanza económica y el liderazgo de Brasil en la región. La revolución chavista se ha quedado a medio camino, emulando, como dice Krauze, el fracasado y anacrónico modelo cubano.

Aunque su plan es quedarse en el gobierno hasta 2021, su tiempo ya está en declive y el oxígeno no le va a alcanzar. Ante este panorama, muchos piensan que
Chávez podría buscar un incidente de militar para convertirse en el salvador de la patria amenazada. Encontrar el pretexto para perpetuarse. Una guerra que lo convertiría en el héroe que, según Krauze, Chávez siempre ha querido ser. "Hugo Chávez no es un héroe y él lo sabe. El espejo se lo dice cada mañana, cada noche (...) por eso insiste cada vez que puede en identificar a la patria con su persona, en señalar conspiraciones que lo buscan a él, que van por él y que, de triunfar, representarían el derrumbe de su país, del continente y hasta del mundo. A partir de esa quimera ha plantado la mala yerba de la discordia en la sociedad venezolana. Y a partir de esa quimera, llegado el caso, no vacilará en llevar a Venezuela al borde del precipicio. En eso sí se parece a Hitler, que en el búnker reclamaba a sus compatriotas la destrucción de puentes y ciudades alemanas antes que admitir su derrota, la derrota de sus mitologías".


¿Qué tan peligroso es?

Esta semana el diario El País advirtió en un editorial que Chávez esta vez "se pasó de la raya". Brasil suspendió el debate sobre el ingreso de Venezuela a Mercosur a raíz de las imprudentes declaratorias de guerra de Chávez. En Caracas y otras ciudades hubo inmediatas manifestaciones de rechazo a la hostil retórica del Presidente. No obstante, el viernes varios tanques de guerra y carros blindados se estaban movilizando a la frontera. Y ese mismo día les reiteró a los militares que se preparen para una eventual batalla. Mucha gente en Venezuela, en Colombia y en otras latitudes del continente se ha acostumbrado a oír los altisonantes vituperios de Chávez, sus continuas provocaciones que luego son dosificadas por él mismo con un aparente bálsamo de reconciliación. Algunos creen que son actuaciones irracionales, típicas de un loco. Otros, que es una calculada estrategia de engaño a sus electores. Pero Chávez no es un loco. El "fulgor mesiánico" que se apoderó de él, según su ex amante Herma Marksman, hace parte de su proyecto político. Es su concepto de poder. Es el camino que le trazó desde muy temprano a su revolución.

La diferencia entre sus vociferaciones del pasado y las más recientes se explica por la situación interna que está enfrentando Chávez. Su poder está declinando. Pero, con su compleja y sorprendente personalidad, Chávez podría buscar convertirse en un héroe redentor y ratificar así, que es amado por su pueblo. Revivir el mito de la revolución asediada por enemigos, que encarnan Bolívar y Fidel. La doble necesidad de heroísmo y martirio, que señala Krauze. Y un conflicto con Colombia, por irracional que parezca, le puede ayudar a construir ese destino. Ese anhelado lugar en la historia. ¿Será capaz de propiciar un incidente para lograrlo? No es descartable. Nadie tampoco creyó en su momento que el general Galtieri en Argentina se atreviera a declararle la guerra a Gran Bretaña en 1982. "En los anales del populismo autoritario de la región cualquier cosa puede pasar", advirtió el editorial del Washington Post el jueves pasado. Eso es lo que algunos piensan en Colombia. Y nadie que lo conozca se atrevería a decir que esto no ocurrirá.

[*] Link: http://www.semana.com/noticias-nacion/tan-loco-esta/131384.aspx

Hugo era como tú
Carlos Blanco* / El Universal (Venezuela) - 08/11/09


"El país rojo está tan cansado como el variopinto que está en la otra orilla"

Pero, ¡cómo ha cambiado el hombre! El filistrín aventurero, con su trajecito puyado, inspirado por Douglas Bravo y Alí Primera en sus delirios, que se debatía entre el beisbol, la locución en Elorza, la administración de la cantina en el batallón, y los fantasmas del poder, ahora es el gordo potentado, rendido a los pies de unos zánganos que lo expolian emocionalmente y que expolian a Venezuela materialmente; frágil ante la adulancia, intolerante frente a la crítica, contumaz en el ejercicio inmune e impune de la mentira, cruel con los que lo abandonan, y henchido de un odio cerval contra los que difieren. El hombre ya no es como tú. Esa humanidad, difícilmente contenida en los trajes de marca, embutida en chalecos antibalas que más parecen camisas de fuerza, es el dueño de un país que lo produjo, que lo encumbró y que ahora no encuentra cómo salir de él.

Los presos, exiliados, enjuiciados y perseguidos, así como ese vasto pueblo disidente, saben del odio que este personaje les prodiga. Lo curioso es saber cómo piensan los que lo han seguido y, por las razones que sean, siguen allí, sin poder lanzar una mirada crítica; saben que les puede salir caro.


El aplauso va por fuera

Hace poco este narrador observaba un video de una de las infinitas alocuciones del jefe, interrumpidas por aplausos muy curiosos. Los que aplauden se miran los unos a los otros para que se compruebe, sin sombra de duda, que han aplaudido. Buscan notariar su aplauso; nadie podrá decir luego que se mostraron remisos a la ovación palmípeda. Hay excepciones, como la de aquel militar, metido entre dos colegas que aplaudían con desgano, que se negaba a acompañarlos y apretaba su gorra, y estrujaba un folleto como si estuviera impedido de sumarse al coro por una acción en marcha que sus manos habían emprendido con el trozo de papel arrugado. Era terrible; sabía que debía, pero no podía; lo peor es que no advirtió que la cámara indiscreta estaba allí para testimoniar su desgano.

El drama de los ministros y altos funcionarios no es menor. Varios de ellos confiesan al amigo de toda la vida, al primo o al cuñado, que
creen que el jefe enloqueció. Así como suena; piensan que el tipo está loco, cucú, con las tejas rodadas. A pesar de lo agraviante, prefieren decir que está chiflado antes que decir que está equivocado. Desean creer que su política es correcta pero que se le quemaron los fusibles. La locura del de arriba es una coartada para el fracaso. No; no es que se ha fracasado -afirman- sino que, en la bajada, se le fueron los frenos. La jefatura suprema está acompañada por un círculo de hierro que procesa las informaciones que vienen de la "inteligencia". Alegoría que encubre al ejército de sapos y vividores que cobra por aquí y por allá, capaz de denunciar la mirada aburrida de un diputado, el chiste de un ministro o la sonrisita de un coronel cuando pronuncia el mantra de "socialismo y muerte".


Emprecartón

Un poco más allá se encuentran los empresarios de cartón, los de Emprecartón. Estos constituyen el monumento imperecedero a la estulticia del bolivarianismo convertido en chiste. Son personajes de modestas y antiguas pulperías que un buen día encontraron un entierro de morocotas en la forma de una amistad con un enviado de Dios; es decir un regalo de Dios o un Dios-dado. Allí se montaron en la máquina de hacer billetes. Tú compras un banco endeble, el Gobierno le hace depósitos mil millonarios, el dueño usa esos recursos para comprar un segundo banco, con los préstamos de este segundo banco se compra un tercero y así hasta llegar a Nueva York.

Lo más gracioso de esta historia es cómo a partir de un nivel de varios cientos de millones de dólares los tipos quieren borrar la huella de sus deposiciones sucesivas. Instalan una oficina en el primer mundo, hacen donaciones, le dan unos reales a una universidad que los invita a ser oradores de cierto evento, y poco a poco ya no usan la franela roja, dejan a un caporal a cargo del business en Venezuela y así desaparece la bastardía financiera que les dio origen. Los más genuinos productos bolivarianos son los de un liderazgo hinchado por los esteroides del poder y el dinero, y unos ricos que le hacen la barba al líder, mientras se ponen buchones en dólares. Son socialistas de confesionario del esternón para arriba; y sátiros capitalistas de la cintura para abajo.


"Que odien mientras teman"

Los de abajo ven lo que significa la revolución. El lento avance de la igualación hacia la ruina y, sobre todo, la adaptación al horizonte microscópico. El asesinato, el robo, el maltrato, la palabra insultante desde las magistraturas, el miedo, el tráfico inclemente, la amenaza, son los nuevos ingredientes del paisaje ciudadano. Al líder se le subieron los humos, de magistrado se transformó en tirano; el país se transformó en su posesión; los recursos colectivos se transformaron en su propiedad privada. Le cogió el gusto a la riqueza y al poder. No vacila en arruinar a los que trabajan, en quebrar a las empresas que producen empleo, en lanzar al limbo de la no-ciudadanía a quienes se le oponen, y en provocar una guerra con Colombia.

Sus políticas conducen a tragedias fiscales, económicas y sociales, pero no vacila en nombrar cónsul y sacerdote a su caballo, como hizo Calígula con Incitatus, y requerir, orientado por la máxima del romano, "que odien mientras teman".


Ellos saben

Los que lo rodean saben todo esto. En cierta forma, son tan víctimas como los disidentes. La nueva clase se está comprando las urbanizaciones más encumbradas de Caracas en nombre del socialismo. Los trabajadores se encuentran cada vez más asediados por el rencor oficial. La oposición no tiene espacio alguno y el que tiene lo ocupan sus rencillas. Los del PSUV lo saben y andan en busca del tiempo perdido; algunos con una voracidad que no les permite una digestión sana de lo que engullen con premura y temor. Tragan sin masticar: mucho "cash" a palo seco. Hay diputados y ministros que saben que se les aproxima la hora de la molienda inmisericorde. También ellos carecen de libertad de expresión, apenas musitan una queja, viene la cuchilla que les trocea la lengua y el atrevimiento. Entre las memorables víctimas de todo tirano se cuentan sus inmediatos colaboradores. El silencio, la aquiescencia y la complicidad son sus armas defensivas; pero cada vez son más exigidos, así es como para la iniciación las mafias requieren de un asesinato a sangre fría para que no haya posibilidad de regreso.

Las tiranías todo lo controlan, pero lo único que no pueden controlar son las fuerzas que su propia opresión desata. El país rojo está tan cansado como el variopinto en la otra orilla. Un día, por su propia cuenta,
esos dos países se van a encontrar y harán lo que tienen que hacer. Y será duro.

[*] Carlos Blanco / Columna "Tiempo de palabra"

La esencia del Orteguismo: Ilegitimidad y cobardía
Silvia Montenegro* / Soberania.org - 03/11/09


La denuncia dada a conocer ayer por la Comisión Permanente de Derechos Humanos de que el gobierno de Ortega esta creando bandas para agredir a dirigentes de la sociedad civil, revela la naturaleza patológica, ilegítima y cobarde que caracteriza al presente régimen.


El hecho de que mi nombre esté en esa lista destinada a aterrorizar a un grupo de mujeres que somos voceras de organizaciones ciudadanas, tales como Doña Vilma Núñez de Escorcia, (un verdadero monumento nacional), Luisa Molina, de la Coordinadora Civil , Violeta Granera, del Movimiento por Nicaragua, Juanita Jiménez y Azahálea Solís, del Movimiento Autónomo de Mujeres, me ubica en una compañía que me honra, pues son personas de reconocida integridad, inteligencia y coraje, que hoy por hoy representan la reserva moral y política de este país.

La estatura de estas mujeres nos permite valorar la pequeñez humana y la miseria de espíritu de quienes como gran “estrategia política” pretenden agredirlas. Con esta lista, se proponen ejecutar un “feminicidio político”, vapuleando, asaltando o matando como los más degradados delincuentes, a mujeres que representan la conciencia crítica de la nación. Ahí están para comprobarlo el caso de Leonor Martínez, del movimiento juvenil, emboscada y vapuleada casi enfrente de su casa en días recientes por denunciar el asalto a la Constitución, así como la insólita situación de la periodista independiente, María Mercedes Urbina sometida a abusos por el poder judicial, por investigar irregularidades del gobierno local en Nagarote.

Todo ello muy a tono con la personalidad y el ejemplo del Presidente y su consorte, que tienen el dudoso honor de estar registrados para la historia como emblemas de las pavorosas cifras que sobre abusos y delitos cometidos contra las mujeres se registran en el país.

Y es que el Orteguismo y su expresión partidizada como FSLN, representan un grupo que manifiesta el denominado “Trastorno de la Personalidad Antisocial” (TPA). Se trata pues de un
colectivo de sociópatas, cuya condición se caracteriza por conductas persistentes de manipulación, explotación o violación de los derechos de los demás; conducta a menudo implicada también en comportamientos criminales. Un sociópata es un individuo engañoso, manipulativo y narcisista, que carece de remordimiento y empatía. Por eso, suelen deshumanizar a sus víctimas y mostrar irresponsabilidad por las consecuencias de sus actos, siendo irritables y agresivos.

El grave cuadro de personalidad antisocial que presenta el Presidente y sus seguidores, les hace rehuir las normas establecidas y se niegan a adaptarse a ellas, por eso, aunque saben que están haciendo un mal al país o a determinadas personas o sectores, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, sin importarles nada. Un rasgo común entre los sociópatas es la distorsión de la autoestima, que suele expresarse en el egocentrismo -creer que sus propias opiniones e intereses son más importantes que las de los demás-, y en la megalomanía. Fíjense nomás en los discursos del Presidente y los delirios místicos e impositivos (por considerarse portadora de una verdad que revelar) de su consorte, así como en el comportamiento de sus más obsecuentes paniaguados: magistrados, diputados, líderes sindicales, presentadores oficialistas, capos de partido y jefes de rotondas.

Tal vez la expresión más palpable son las gigantografías que nos asaltan en cada cuadra con la imagen del Ciudadano-Pueblo Presidente-Daniel que lo anuncian como el “rey de los pobres” y como cornucopia de la abundancia en salud, comida y trabajo, con cifras incomprobables y por lo demás, mentirosas.
La megalomanía está asociada con delirios de grandeza, poder u omnipotencia, que dan cuenta de la extravagancia de sus actuaciones y la parafernalia del poder con la que se rodean. Pero principalmente a una obsesión compulsiva por tener el control de todo, que es el mal que aqueja comúnmente a los dictadores, puesto que temen y sospechan de todo aquello que quede fuera de su mando. Cuanto más borrachos de poder están, más recelan de la lealtad de aquellos que le rinden culto, lo que explica por qué suelen despedir inopinadamente hasta a los más abyectos de sus seguidores.

Una personalidad narcisista como la de Ortega, supone que el es la guía y medida para todo el mundo y que sus verdades son irrebatibles. En el fondo el pobre diablo narcisista se emborracha con sus propias palabras y necesita admiración y adulación permanente, para remendar la falta de autoestima que en el fondo padece. Para compensarla, se rodea de un círculo de sociópatas aduladores que le hace la corte y que, como el espejo de la reina de Blancanieves, lo reafirma diciéndole que es el más bonito, el mejor, el único, el imprescindible. Ahora le gritan: ¡No te vas, te quedás! Y un grupo de seis seudo-magistrados, escriben la sentencia ordenada para perennizarlo en el poder.

Así las cosas, no debe extrañarnos que su poder esté fundado en la ilegitimidad y la cobardía, puesto que se sostiene en la
“bóveda del miedo” que controla a los sumisos miembros del FSLN, orientándoles perseguir a quien es crítico o no le rinde pleitesía. En la marcha de León, en septiembre del año pasado, pude ver cara a cara a estos sociopatas que pretendieron agredirme: blandiendo garrotes, lanzándome insultos, empujones, líquidos inmundos y pedradas. Eran casi todos funcionarios públicos, algunos conocidos. Hombres que olían a sudor y miedo: un grupo de “valientes” que agredían a mujeres y chavalos desarmados, pero que son eunucos ante el poder.

La enfermedad moral que aqueja al Orteguismo se llama
narcisismo maligno. Para esto no hay cura ni terapia posible, ni Constitución, ni leyes ni normas que valgan. Por el carácter de esta enfermedad colectiva, los individuos sólo son capaces de profesar lealtad al grupo específico que los contiene, pero no a toda la sociedad. Cualquier intento de razonamiento, discernimiento, debate democrático, llamado al sentido de la responsabilidad o a la ética política, es inútil. Para ellos no existe Nicaragua ni la sociedad, pues son un grupo cerrado y autoreferenciado en su locura. Viven en una burbuja esquizofrénica que los separa de la realidad y del resto de nosotros, ciudadanos comunes y silvestres que nos damos cuenta que el rey anda desnudo.

Por ello, el desalojo del poder es necesario e inevitable, por la sanidad de la nación y para detener el asalto totalitario, el caos económico y el
terror contra los ciudadanos. Hoy somos un grupo de mujeres las amenazadas por el terror. Mañana será toda la sociedad. Hay que actuar ahora. Ya todo mundo sabe lo que toca hacer con las dictaduras.


[*] Periodista e investigadora social / Managua, 28 de octubre de 2009



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