Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 8 de junio de 2013

No podemos pretender Vida en un ambiente en el que se pondera la maldad. Es necesario que atentamente introduzcamos cambios sustanciales en la forma de relacionarnos con nuestros semejantes, de otra manera la violencia continuará en ascenso.

De la lectura diaria de la página de sucesos y ahora del audio de Mario Silva se concluye que la geopolítica de Venezuela se caracteriza por la metástasis del crimen. Venezuela es hoy un laboratorio criminal y de violencia...En Venezuela se crearon, sobre todo, desde los años ochenta, zonas donde impera la criminalidad: en los barrios, en sectores urbanos de clase media y alta, aunados a los que se encuentran en el poder nacional en sus más altas esferas civiles y militares.


La génesis de la violencia

ROSALÍA MOROS DE BORREGALES |  EL UNIVERSAL
sábado 8 de junio de 2013  12:00 AM
Desde los más antiguos hallazgos reportados por los arqueólogos en su búsqueda incansable por registrar la historia de la humanidad, se ha encontrado que la violencia ha sido un factor predominante en la vida sobre el planeta. Los seres humanos de todas las épocas han teñido la tierra con la sangre de sus iguales. En las primeras páginas de la Biblia, se relata el asesinato de Abel por parte de Caín, su hermano. Una historia que nos muestra cómo el resentimiento se convierte en rabia y, como la rabia conduce a la violencia. "_ El mal yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo_", le dice Dios a Caín cuando lo ve enojado. Pero Caín dejó que el mal tomara su corazón, no dominó al mal sino fue dominado por él.

Dios advierte a Caín que el mal está acechando constantemente, está a la puerta queriendo poseer su vida, dirigir acciones. Miles de años más tarde, en el Nuevo Testamento, Jesús les habla de lo que realmente contamina al hombre, les dice que sale de su propio corazón: "porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona" (Marcos 7:22-23). Cuando analizamos al ser humano a la luz de Dios todo se trata siempre del corazón, de lo que en él nace, crece y termina dominando nuestro proceder. Entonces, la violencia está tan cerca de nosotros como está nuestro propio corazón.

Porque el corazón del ser humano es como la tierra en la que crecen las semillas que en ella son plantadas. Y ¿cuáles son las semillas que abundan actualmente en nuestra sociedad? Cada día somos bombardeados por toda clase de información en la que la violencia en todas sus facetas se manifiesta haciendo mella en el corazón, ocupando un espacio vital. Cada día se promueven más los antivalores que los valores. Se van introduciendo formas de comunicarnos que lejos de exaltar alguna virtud en el otro, exaltan la ofensa. Desde los más altos niveles del liderazgo en el Gobierno, pasando por el padre de familia, hasta el maestro en el aula de clase, hacen uso de la violencia en el trato; desde palabras descalificadoras, actitudes de indiferencia e ignorancia hacia los derechos humanos de los semejantes, hasta el lenguaje escatológico son usados cada vez con más insistencia en la cotidianidad.

Todo radica en lo que dejamos guardado en nuestro corazón, por esa razón el sabio proverbio de Salomón: "por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida". No podemos pretender Vida en un ambiente en el que se pondera la maldad. Es necesario que atentamente introduzcamos cambios sustanciales en la forma de relacionarnos con nuestros semejantes, de otra manera la violencia continuará en ascenso. Tendremos cada vez más individuos que se sienten ofendidos por un ambiente hostil en la nación, en el cual las cosas más sencillas y naturales de la vida se han convertido en una espiral de esfuerzos frustrados. Frustración que conlleva a la rabia, y luego de ser anidada en el corazón es capaz de generar toda clase de violencia.

En la misma noche de su arresto, cuando soldados romanos acompañados de algunos judíos vinieron a Jesús, su discípulo Pedro desenvainó su espada para defender a Jesús de sus agresores y le cortó la oreja a uno. Inmediatamente Jesús le habló a Pedro diciéndole: "pon de nuevo tu espada en su vaina, porque todo aquel que tome la espada a espada morirá". Luego puso su mano sobre la oreja de aquel hombre y al instante fue sanado. Una vez más Jesús establece no uno, sino dos principios para la sana convivencia: Primero, el que siembra la violencia recogerá de sus frutos. Segundo, la única manera de vendar la herida al agredido es hacer restitución.

"Ojo por ojo y el mundo acabará ciego". Mahatma Gandhi

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@RosaliaMorosB

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